Respuestas
Respuesta:
Revisar diariamente el punto de punción y cambiar el apósito siempre que esté despegado, sucio o húmedo.
Evitar acodamientos y desplazamientos del catéter.
Comprobar frecuentemente y antes de administrar medicación y/o sueroterapia, la correcta canalización y permeabilidad de la vía.
Cambiar la palomita o catéter corto cada 72 horas, variando la zona de punción, siempre que sea posible.
Cambiar los equipos de infusión, sistemas de goteo, microgoteros, llaves y reguladores si se están usando, cada 48 horas. Si se perfunden emulsiones de lípidos, hay que cambiar los sistemas cada 24 horas. En el caso de que sea sangre y/o hemoderivados, hay que desechar el sistema una vez realizada la transfusión.
Manipular el sistema de perfusión extremando las medidas de asepsia :
Ponerse guantes estériles siempre que se vaya a manipular el sistema.
Utilizar llaves de tres pasos para evitar desconexiones del sistema, y tapones estériles para cerrarlo una vez administrada la medicación y lavada la vía.
Desinfectar con povidona yodada la zona de punción de los sistemas, antes de inyectar, si se utiliza esta.
Diluir, según protocolo, los líquidos irritantes y reducir el ritmo de goteo para procurar una mejor hemodilución.
Retirar inmediatamente la vía en caso de extravasación, obstrucción, contaminación, signos de flebitis o suspensión del tratamiento.
Presionar sobre la zona de punción al retirar la palomita o catéter para evitar sangrado y/o hematoma.
En caso de flebitis grado IV o V enviar al laboratorio de microbiología la punta del catéter para su cultivo e isopo de exudado si procede.
Anotar en los registros de enfermería :
Signos y síntomas detectados (hoja de comentarios de enfermería).
Cuidados planificados y realizados (hoja de registro de cuidados).
Explicación: