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El Partenón, un icono de la Grecia clásica
Imagen 1. Autor: Thermos.
Licencia Creative Commons 2.5.
El origen de la idea de ciudadanía suele fijarse en la segunda mital del siglo V. a. C., en la Grecia Clásica, aunque el proceso de democratización ya se había producido centurias antes en las colonias griegas mediterráneas. Los encargados de romper con los privilegios de la aristocracia ateniense, abriendo la puerta de la vida pública a hombres de otra extracción social, fueron Efialtes y Pericles, miembros del partido demócrata. Asesinado Efialtes, el testigo de las reformas lo tomaría Pericles. Es la época dorada de esplendor, de ilustración y apertura política de Atenas, época en la que se construye el Partenón, uno de sus monumentos más emblemáticos, que puedes ver a la izquierda.
Analizando la importancia del hallazgo político de Atenas parece que el desarrollo y arraigo del status de ciudadanía ha sido fácil. En absoluto, el concepto de "ciudadanía" ha estado sujeto a discusiones, a imposiciones negativas, de modo que su recorrido histórico, además de irregular, ha sido muy desigual en culturas distintas. Por otra parte, los factores que han influido en su evolución han sido muy variados: económicos, religiosos, sociales...
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En ese sentido debemos tener en cuenta los siguientes principios básicos:
La estatua de la libertad, en New York
Imagen 2. Autor: Featherboa. Licencia Creative Commons 2.0. El concepto de ciudadanía, y consiguientemente la existencia real de ciudadanos, ha ido cambiando, como ya sabemos, a lo largo de la historia.
La evolución del concepto de ciudadanía está estrechamente unido a las ideas de igualdad y de libertad individual. En general, la historia de la ciudadanía es la historia del avance de esas dos ideas: el reconocimiento sucesivo de un mayor número de libertades individuales para un mayor número de individuos considerados como iguales.
Ciudadanía y democracia están necesariamente vinculados. No hay ciudadanos sin instituciones democráticas ni hay democracia sin la existencia de ciudadanos.
La historia de la ciudadanía no es lineal; se ha producido de forma irregular, a saltos, con avances y retrocesos en distintos momentos históricos. Ha seguido ritmos diferentes en las distintas culturas, incluso en las distintas naciones pertenecientes a una misma cultura (como en occidente).
A pesar de las diferencias y cambios históricos podemos establecer que, en general, un ciudadano es un miembro de una sociedad que posee, en condiciones de igualdad con el resto de ciudadanos, una serie de derechos y deberes. Entre los derechos se debe contemplar alguna forma de participación política y entre los deberes prevalece el de respetar los derechos de los demás.
En general, podemos distinguir los siguientes momentos importantes en la historia del concepto de ciudadanía:
Antigüedad: Grecia y Roma.
Edad Media y Renacimiento.
Edad Moderna.
Época contemporánea.
Los estudiaremos con detalle en los siguientes apartados.