tengo que hacer un cuento un poco largo.
Respuestas
Erase una vez una hermosa chica que se llamaba coral, era una chica muy bella, de pelo rojo y abundante, ella tenía ojos azul como el cielo, y el lugar de donde provenía era de Ecuador y ella tenia una pulsera que le permitía respirar bajo el agua y había un pescador que le veía todos los días eran muy buenos amigos hasta que un día a coral se le rompió la pulsera, gracias a un pez que le empujó la mano y ella fue a buscarla rápido y la encontró rota, y como no podía respirar salió a tomar aire, y gracias a esa pulsera ella podía entenderle a los animales marinos y con ella se quedo ese poder así que le pidió a un pulpo que si le ayudaba y el pulpo le dijo que no podía ver nada.
Así que le pidió a su amigo el pescador que si podía meter su lámpara aprueba de agua y el le dujo que sí, así que, enredó la lampara a la caña de pescar y la metió al agua, y después ella le pidió al pulpo de nuevo que si podía alcanzar la pulsera, con la linterna se podía ver claramente la pulsera y el pulpo fue y la agarró con su tentáculo se la entregó a coral y su amigo el pescador la ayudó a repararla.
Después de eso ella volvió a ser la de siempre con su hermosa pulsera.
FIN
La chica del agua:
Erase una vez una hermosa chica que se llamaba coral, era una chica muy bella, de pelo rojo y abundante, ella tenía ojos azul como el cielo, y el lugar de donde provenía era de Ecuador y ella tenia una pulsera que le permitía respirar bajo el agua y había un pescador que le veía todos los días eran muy buenos amigos hasta que un día a coral se le rompió la pulsera, gracias a un pez que le empujó la mano y ella fue a buscarla rápido y la encontró rota, y como no podía respirar salió a tomar aire, y gracias a esa pulsera ella podía entenderle a los animales marinos y con ella se quedo ese poder así que le pidió a un pulpo que si le ayudaba y el pulpo le dijo que no podía ver nada.
Así que le pidió a su amigo el pescador que si podía meter su lámpara aprueba de agua y el le dujo que sí, así que, enredó la lampara a la caña de pescar y la metió al agua, y después ella le pidió al pulpo de nuevo que si podía alcanzar la pulsera, con la linterna se podía ver claramente la pulsera y el pulpo fue y la agarró con su tentáculo se la entregó a coral y su amigo el pescador la ayudó a repararla.
Después de eso ella volvió a ser la de siempre con su hermosa pulsera.
FIN
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