Respuestas
“Botero tiene una visión extremadamente particular. Existe un mundo creado por él. Uno mira una pintura y sabe que es de él”, afirma Alberto Sierra, uno de los curadores de arte más importantes de Colombia, quien ha trabajado en el Museo de Antioquia, el Museo de Arte Moderno de Medellín, la Colección de Arte de Suramericana de Seguros, y ayudó al artista antioqueño con el montaje de su colección en Medellín en el año 2000.
“Y no estamos hablando de si Fernando Botero es bueno o es malo, estamos hablando de un artista que tiene una presencia internacional indiscutible”, expresa Carlos Arturo Fernández, director de la maestría en historia del arte y del doctorado en artes de la Universidad de Antioquia.
¿Qué hay en su pintura qué la hace tan particular?
Volumen.
Botero no pinta gordas. “Y a él no le gusta que alguien diga que son gordas”,
Lo que hay en Fernando Botero es un uso exagerado del volumen. Sus figuras no tienen las características de un cuerpo gordo, como la flacidez de la carne. Sus formas son, digamos, esferas, cuerpos inflados, como un globo lleno de aire.
“Las figuras de Botero no son ’gordas’. Son ‘espacio’. No son glotonas de dulces y pasteles. Tienen hambre de espacio”, escribió Carlos Fuentes en el texto de introducción de “Mujeres”, libro que presenta una serie de retratos femeninos del artista antioqueño.
“Botero no solo infla las figuras humanas. Él logra que unas tijeras, un libro o una silla, por nombrar algunas cosas, parezcan redondas, cuando son objetos que en realidad no son así. Él no solo pinta así a las personas, también lo hace con los los muebles o las casas”, explica Carlos Arturo Fernández.