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HATIKVA.
Mientras en el corazón
Un alma judía palpite
Y rumbo al Oriente
La mirada a Sión se dirija
No está perdida aún nuestra esperanza
Esta esperanza bimilenaria
De ser un pueblo libre en nuestra tierra
La Tierra de Sión y Jerusalén
Mientras nuestros ojos viertan lágrimas
Y cual lluvia, afluyan las ofrendas
Y las multitudes de nuestro pueblo
Aún las tumbas de los padres visiten.
No está perdida aún nuestra esperanza...
Mientras el ardor de nuestro ideal
En nuestros ojos aparezca
Y por la destrucción de nuestro Santuario
Ojo alguno lágrima vierta
No está perdida aún nuestra esperanza...
Mientras lágrimas puras
Del ojo de la hija de mi pueblo corran
Y para los lamentos por Sión en las vigilias
Aún a medianoche se levanten
No está perdida aún nuestra esperanza...
Mientras el amor nacional
En el corazón judío lata
Aún hoy cabe confiar
Que Dios el iracundo nos prodigue misericordia
No está perdida aún nuestra esperanza...
Escuchas, mis hermanos, en los países de mis andanzas
La voz de uno de nuestros profetas
“Que tan sólo con el último judío
Acabará también nuestra esperanza”
No está perdida aún nuestra esperanza...
Letra: Naphtali Herz Imber
Música: Samuel Cohen
Año: 1886
kol od ba le vav, peeniimah
nefesh yehudi homiiya
ule faa tei mizrah, kadimah
ayin le tzyon tsofiyah,
od lo vadah tikvatenu.
hatikva bat shnot alpaym,
lih'yot amjofshibe ar tzenu,
eretz tzion vi rushalaim.
lih'yot amjofshi be artzeno,
eretz tzion vi rushalaim.