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Escriba de aire neumático
Para limpiar el exceso de lodo, tierra y otros materiales no deseados de un fósil que ha sido desvinculado de una zona de excavación, los paleontólogos usan un escriba de aire neumático. Esta herramienta es generalmente cerca de 8 pulgadas (20 cm) de largo, pesa alrededor de 2 1/2 libras (1,1 kg) y tiene una manguera de 8 pulgadas (20 cm) conectada a un compresor de aire. Cuando el paleontólogo enciende la herramienta, el aire se libera de boquilla frontal de la herramienta y fuerza a cualquier barro, suciedad y otros materiales fuera de las grietas sin dañar el fósil. Esto permite a los científicos examinar el fósil en gran detalle.
PaleoBond
Dado que los huesos fosilizados tienen una tendencia a romperse con facilidad, es esencial para un paleontólogo llevar una botella de pegamento PaleoBond mientras va de un sitio de excavación a otro. Cuando hay una grieta en un fósil o un hueso de dinosaurio, el científico puede aplicar un poco de esta sustancia azul muy fuerte a la grieta y repararlo sin causar decoloración en el propio fósil. Los paleontólogos también utilizan PaleoBond como una manera de poner piezas de fósiles juntos después de que se hayan descompuesto debido a siglos de exposición al aire.
Sierra de diamante
Para cortar el material sobrante de los huesos y fósiles de dinosaurios después de que han sido extraídos de la fosa de excavación, el paleontólogo puede utilizar una sierra de diamante. Estas sierras pueden ser pequeñas y portátiles, lo que permite a un paleontólogo llevarla fácilmente a las zonas de excavación para que pueda limpiar los huesos y fósiles en el acto. La hoja de sierra de diamante es mucho más delgada que una hoja de sierra media, reduciendo la posibilidad de daños a los huesos o fósiles.
Las pinzas de azulejos
Con una longitud media de menos de 8 pulgadas (20 cm), las pinzas de azulejos son una herramienta importante para los paleontólogos, ya que permiten al científico romper las piedras que encierran antiguos huesos de dinosaurios y plantas fosilizados sin dañar los fósiles mismos. Estas herramientas se ven como un perno de agarre par medio de pinzas, pero la cabeza de la herramienta incluye una mordaza de tornillo recto de 2 pulgadas (5 cm) en la parte delantera y las manijas llevan este tornillo de banco sobre la cama de roca muy fácilmente. Cuando el paleontólogo empuja las asas, las mandíbulas rectas se separan los restos de piedra, lo que permite al científico eliminar el fósil de su superficie circundante.