• Asignatura: Historia
  • Autor: lm120593
  • hace 8 años

hola buenas noches mi nombre es lizeth soy estudiante de tercer semestre de licenciatura en pedagogia infantil.

quisiera saber si me pueden ayudar con una pregunta ¿ cuales fueron las principales politicas de Jorge Eliecer Gaitan?


gracias por su atencion y pronta respuesta quedare atenta

Respuestas

Respuesta dada por: emelyreyesb
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Respuesta:Un drama histórico

Pobreza y corrupción

Puro clientelismo

Guerra a la oligarquía

Explicación:Un drama histórico

Gaitán, en cambio, se presentaba como el abanderado de la política en grande, enfrentado a la política en pequeño a que acabamos de referirnos, a los politiqueros o, si se quiere, al que llamaba país político, para el cual “la política es mecánica, es juego, es ganancia de elecciones, es saber a quién se nombra ministro y no qué va a hacer el ministro”.

“Es plutocracia, contratos, burocracia, papeleo lento, tranquilo usufructo de curules y el puesto público concebido como una granjería, no como un lugar para contribuir a la grandeza nacional”, agregaba, rematando sin rodeos: “Para nosotros, es distinto”.

Pobreza y corrupción

Para Gaitán, el país nacional tiene una gran voluntad de progreso, mientras que el país político es conformista y no aspira a un cambio sino al mantenimiento de la situación para continuar disfrutando de sus privilegios. De otra parte, el país nacional está lleno de deseos, de esperanza, de confianza o fe en que algún día podrá satisfacer sus necesidades, al tiempo que el país político no goza de ese mismo deseo, movido por las ambiciones personales, exclusivamente particulares.

Tal contraposición —dirá él en su análisis sociológico— surge del contraste “entre lo que podríamos realizar y lo que estamos haciendo”, siendo el país político el principal culpable de la pobreza del país, de la miseria que azota a la gran mayoría del país nacional, por estar entregado al juego electoral, a la competencia por las curules y los puestos públicos, en medio de su desinterés por los asuntos sociales que se traduce en la no realización de las obras requeridas por el pueblo para su desarrollo.

En estas circunstancias —advertía—, la corrupción es inevitable. De un lado, la entrega total a los asuntos electorales no tarda en llevar a la corrupción (cuya manifestación extrema es la compra de votos) y, de otro, se le impone al país nacional una ética singular, según la cual es bueno lo que al país político le conviene, y es malo lo que va en contra de sus intereses.

Puro clientelismo

Gaitán rechazaba del país político (por lo menos en lo que se refiere a la mecánica electoral, a su manipulación y al manejo del poder público) lo que hoy se conoce como clientelismo. “El Estado en sus aspectos varios —explicaba— es mirado como botín de guerra hasta por el más modesto empleado”. Así, la política queda reducida a su mínima expresión, a la lucha burocrática, sin que en ningún caso sea lo ideológico lo que movilice a los partidos en su acción proselitista.

Gaitán fue uno de los primeros en combatir el clientelismo y descubrir los diferentes mecanismos que hacen posible su funcionamiento, pues reconoció no solo la existencia del caciquismo y su comportamiento común en los partidos sino también la forma como dicho fenómeno abarca desde las más pequeñas y alejadas poblaciones hasta los organismos más elevados del Estado, siempre con el poder de su influencia a disposición. Pero, el citado rechazo al país político era tanto por marchar en contravía del desarrollo nacional, por su burocratismo, por la carencia de ideas, por oponerse al bien común, por su entrega absoluta a la cuestión electoral y por su corrupción, como por el sectarismo que despertó en los sectores populares (en su mayoría, de bajo nivel educativo), donde por ello no importaban las diferencias ideológicas entre los partidos tradicionales.  

Los partidos, en fin, son idénticos en el manejo “clientelista”, en la persecución de los puestos públicos, en la visión estrictamente burocrática del Estado, por lo que todos a una, sin distingos de ninguna clase, despiertan el sectarismo, el sentimiento partidista, casi que lo irracional, por carecer de ideas, de programas, de principios que respondan a los anhelos populares.  

Y del sectarismo a la violencia no hay más que un paso, como resulta fácil comprobar a través de la historia. El país político es responsable de la violencia en Colombia, señalaba.

Guerra a la oligarquía

Gaitán estableció una identidad entre el país político y la oligarquía. “El país político o la oligarquía, que es la misma cosa”, expresaba. Pero, el sentido que él tenía de la oligarquía era bastante amplio. No es sinónimo de gente rica, ni solo el dominio de la plutocracia. No. “La oligarquía —era su definición— es la administración monopolizada por una minoría en beneficio de sus propios intereses, con la finalidad de su propia conservación en el mando”.

En definitiva, la oligarquía es el sostén del aparato del Estado, y de este modo se institucionaliza un régimen oligárquico, fuera del que no hay salvación. “Hemos llegado al sistema según el cual la única norma de victoria es el sometimiento a la oligarquía o país político que otorga los títulos, califica la inteligencia y el conocimiento e ignora y destruye al resto del país”, precisaba.

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