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Respuesta:
La principal actividad económica era la agricultura que estaba organizada en latifundios, en manos de la nobleza y el clero. Cultivaban los cereales, frutos, las hortalizas y otros alimentos
Explicación:
Como en el resto del mundo en la Edad Media, la principal actividad económica era la agricultura que estaba organizada en latifundios, en manos de la nobleza y el clero. Cultivaban los cereales, frutos, las hortalizas y otros alimentos La principal industria era la textil, basada en talleres de seda estatales, que empleaban a grandes cantidades de operarios. El Imperio dependía por completo del comercio con Oriente para el abastecimiento de seda, hasta que a mediados del siglo VI unos monjes desconocidos —quizá nestorianos— lograron llevar capullos de gusanos de seda a Justiniano. El Imperio comenzó a producir su propia seda —principalmente en Siria—, y su fabricación fue un secreto celosamente guardado y desconocido en el resto de Europa hasta al menos el siglo XII.
Hay que destacar la gran importancia del comercio. Por su situación geográfica, el Imperio bizantino fue un intermediario necesario entre Oriente y el Mediterráneo, al menos hasta el siglo VII, cuando el islam se apoderó de las provincias meridionales del Imperio. Era especialmente importante la posición de la capital, que controlaba el paso de Europa a Asia, y al dominar el estrecho del Bósforo, los intercambios entre el Mediterráneo (desde donde se accedía a Europa occidental) y el mar Negro (que enlazaba con el Norte de Europa y Rusia).
Existían tres rutas principales que enlazaban el Mediterráneo con el Extremo Oriente:
El camino más corto atravesaba Persia, y luego Asia Central (Samarcanda, Bujará). Se conoce como Ruta de la Seda.
Una segunda ruta, mucho más difícil, evitaba Persia, e iba del mar Negro, a través de los puertos de Crimea, al Caspio, y de ahí a Asia Central. Esta ruta fue abierta en época de Justino II.
Por mar, desde la costa de Egipto, a través del mar Rojo y del océano Índico, aprovechando los monzones, hasta Sri Lanka. Esta ruta marítima posibilitaba no solo el comercio con la India, sino también con el reino de Aksum, en la actual Eritrea. Una pormenorizada relación de las vicisitudes de esta ruta se encuentra en la obra del viajero Cosmas Indicopleustes. El comercio bizantino por esta ruta desapareció cuando en el siglo VII se perdieron las provincias meridionales del Imperio.
El comercio bizantino entró en decadencia durante los siglos XI y XII, a causa de las ruinosas concesiones que se hicieron a Venecia, y, en menor medida, a Génova y a Pisa.
Un importante elemento en la economía del Imperio fue su moneda, el sólido bizantino y el besante, de extendido prestigio en el comercio mundial de la época.