Respuestas
Respuesta:¿A quién afecta la leucemia?
Entre 60 y 100 personas por millón de habitantes, de las cuales más de la mitad son niños, se ven afectadas cada año por esta enfermedad. Muchos de estos pacientes tienen la posibilidad de salvar su vida recibiendo un trasplante de médula.
Además, hay que saber que la leucemia es una enfermedad que puede aparecer a cualquier edad.
¿Qué tipos de leucemia existen?
Hay muchos tipos de leucemia, dependiendo de la rapidez con la que se forme y de la progresión de la enfermedad. Las más frecuentes son:
Leucemia mieloide, mielógena o mieloblástica: es la que empieza en las células mieloides. Una célula madre mieloide puede producir glóbulos rojos y plaquetas.
Leucemia linfocítica, linfoide o linfoblástica: es la que empieza en las células linfoides. Estas células pueden producir linfoblastos, los cuales pueden producir, a su vez, varios tipos de glóbulos blancos.
Dentro de ambos tipos se pueden distinguir leucemias agudas y crónicas y los síntomas son diferentes en cada una de ellas, como veremos en el apartado correspondiente.
¿Qué la causa?
Solo conocemos unos pocos factores ambientales relacionados con la aparición de la leucemia, que son:
Exposición a radiaciones ionizantes, que se producen tras la explosión de bombas atómicas.
Exposición a las radiaciones que se pueden escapar de las centrales nucleares.
Se ha detectado más incidencia en personas que manipulan algunos productos químicos como el benceno, si bien este factor no justifica en absoluto la totalidad de casos que se dan.
Existen algunas enfermedades congénitas o hereditarias que predisponen a cambios en el ADN de las células de la médula, y por tanto, aumentan el riesgo de desarrollar leucemia: Síndrome de Down, Fanconi, Noonan y otros.
¿Qué síntomas provoca la leucemia?
En general, las leucemias agudas se manifiestan con los siguientes síntomas:
Cansancio y debilidad.
Fiebre.
Sudores.
Pérdida de apetito y de peso.
Anemia.
Hematomas en la piel.
Sangrado por la nariz o las encías.
Menstruaciones exageradas: por la falta de plaquetas.
Infecciones recurrentes: como neumonías o amigdalitis, debido a la falta de glóbulos blancos.
Por su parte, muchas de las leucemias crónicas pueden pasar desapercibidas y detectarse por una analítica casual u otra exploración en la que se encuentre un hígado o bazo demasiado grandes.
¿Cómo se trata esta enfermedad?
Sin tratamiento, la leucemia es una enfermedad rápidamente mortal. Y este siempre tiene que establecerse según el tipo de leucemia que afecte al paciente, su edad y su estado general de salud. Se pueden distinguir los siguientes:
Quimioterapia: es el principal tratamiento y se basa en medicamentos para destruir las células de la leucemia. Los fármacos pueden administrarse por vía oral o intravenosa, y se aplican en ciclos. En los últimos años, han aparecido nuevos medicamentos que ayudan mucho al tratamiento de esta enfermedad, como son los llamados inhibidores de las tirosinkinasas y los anticuerpos monoclonales.
Radioterapia: consiste en la aplicación de rayos de elevada energía que dañan las células cancerosas e impiden su crecimiento. Por eso, se aplica de forma localizada donde existe un acumulo de células malignas o bien por todo el cuerpo, como acondicionamiento al trasplante de médula.
Trasplante de Médula Ósea (TMO o Trasplante de Progenitores Hematopoyéticos -células madre-): es una estrategia de tratamiento que puede aplicarse a determinados pacientes y que aumenta el porcentaje de leucemias y enfermedades afines curadas. Se trata de un procedimiento radical que se utiliza para el tratamiento de enfermedades de origen medular cuyo tratamiento convencional es ineficaz o ha fracasado previamente.
Explicación:
:V
la anemia es la falta de glóbulos rojos en la sangre, mientras que leucemia es cáncer en la sangre y causa a muerte, es casi imposible morirse de anemia, pero causa problemas severos