Respuestas
Desde siempre la concertación del matrimonio había sido una cuestión de familia. Cuando las chicas apenas superaban la edad de los 20 o 21 años la comunidad se empezaba a plantear las posibilidades que tenía de casarlas, ciclo vital que se consideraba el acceso estatutario a la edad adulta y un modo de vida emancipado, puesto que la soltería abocaba a la continuación de la dependencia respecto a los hermanos mayores. Aun así la edad para casarse, como también la prolongación de la soltería, osciló en función de las condiciones económicas de la familia, puesto que había que dotar a las hijas.
Por lo tanto, se podía casar antes a una pubilla o heredera que a una hija que no heredaba, o bien las hermanas mayores antes que las menores, puesto que cuando les tocaba el turno para recibir la dote, la familia ya había gastado demasiado en las dotes anteriores. Parece que en los siglos xvi y xvii las mujeres se casaban a los 25 años.