Respuestas
1) Explicitarles nuestro cariño. Todos los días debemos decirles a nuestros hijos lo mucho que les queremos, lo mucho que les echamos de menos en el trabajo y lo orgullosos que nos sentimos de cómo son. Esto es fundamental para una buena autoestima. No basta con pensarlo, sino que debemos decírselo y actuar en consecuencia. Si hoy no le has dicho a tu hijo que le quieres, intenta que sea lo primero que le digas en cuanto lo veas.
2) Enseñarles a regular sus emociones. ¿Cómo llegó una persona a convertirse en un gran cirujano y a desempañar tan bien su profesión? La clave está en tener un gran maestro y en dedicarle muchas horas. Lo mismo pasa con la regulación emocional. Los niños necesitan que sus padres les enseñen a identificar y gestionar sus emociones. A partir de ahí todo se va mejorando en función de la experiencia.
3) Tiempo de calidad y de cantidad. La idea de que los niños necesitan tiempo de calidad con sus padres sin importar la cantidad es completamente falsa. En mi opinión es una idea que se ha creado para que aquellos padres que trabajan muchas horas y dedican, consecuentemente, poco tiempo a sus hijos no se sientan muy mal por ello. Por eso completamente falsa. Los niños necesitan mucho tiempo compartido con sus padres (cantidad) y con máxima dedicación (calidad). No es estar solamente en la misma habitación o lugar que ellos, sino con dedicación exclusiva (juegos, tareas compartidas, deberes escolares, aficiones, etcétera).
4) Ofrecerles contextos de seguridad y protección. Este es el primer pilar si queremos fomentar un apego seguro en nuestros hijos. Un niño no se puede sentir seguro si nunca ha sido protegido. La seguridad es el contexto a partir del cual vendrán las siguientes características del apego seguro
5) Sintonía emocional. Es imprescindible que estemos en sintonía emocional con nuestros hijos, es decir, que atendamos, legitimemos y conectemos con las emociones que están experimentando.