Respuestas
onás huye en una nave, es echado al mar y un gran pez lo traga.
Jonás 2:1–2, 10: Jonás ora al Señor y el pez lo vomita en tierra.
Jonás 3: Jonás profetiza la caída de Nínive. El pueblo se arrepiente y la ciudad se salva. (Nota: Jonás 3:9–10 dice que Dios se arrepintió del mal que había dicho que le haría al pueblo de Nínive. La Traducción de José Smith corrige esos versículos y dice que si nos arrepentimos y nos volvemos a Dios, Él apartará Su ira de nosotros para que no perezcamos; también dice que Dios vio sus buenas obras, que se habían apartado del mal camino y se habían arrepentido; y por tanto, alejó el mal que dijo que traería sobre ellos. Dios no comete pecado, por tanto, no necesita arrepentirse.)
Lectura complementaria:
Jonás 4:1–2: Jonás se enoja porque el Señor muestra misericordia por el pueblo de Nínive.
Mateo 12:38–41: De la misma forma que Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre de una ballena, Cristo estuvo tres días y tres noches en el corazón de la tierra.
Estudie la lección y decida qué método empleará para enseñar a los niños el relato de las Escrituras (véase “Cómo preparar las lecciones”, pág. VII, y “La enseñanza por medio de las Escrituras”, pág. VIII). Elija las preguntas para analizar y las actividades complementarias que mejor promuevan la participación de los niños y los ayuden a alcanzar el objetivo de la lección.
Materiales necesarios:
Un ejemplar de la Biblia para cada niño.
Un ejemplar de Doctrina y Convenios.
Un espejo, un lápiz o una tiza y una copia del laberinto que se encuentra en esta lección. (Si lo desea, haga una copia del laberinto para que cada niño se lleve una a casa.)
La lámina 6–46: Jonás trata de huir de Dios.