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Carbohidratos simples
Estos son los que provienen de las azúcares. Algunas pueden ser de origen natural (como la leche entera). Pero la mayoría son de azúcares agregadas como glucosa y jarabes. Estos por ser tan fáciles de digerir, no te generan una sensación de saciedad y como consecuencia podemos terminar comiendo de más.
Algunos ejemplos de los carbohidratos simples: arroz blanco, pasta, pan, dulces, postres, refrescos carbonatados y jugos concentrados.
La única excepción en este grupo son las frutas, como las fresas y los melones, considerados carbohidratos simples, pero al ser azúcares naturales sus carbohidratos son muy pocos, así que no afecta tanto comerlos.
Carbohidratos complejos
Estos son aquellos que son formados más por fibra que por azúcar. La fibra es más lenta de digerir para el cuerpo. Lo que significa que estos nos satisfacen y nos hacen sentir llenos por más tiempo. Esto es bueno para aquellos que buscan perder peso extra sin sentir que pasan hambre.
La fibra también es fuente de energía por eso estos carbohidratos son buenos para comer un snack de medio día.
Algunos ejemplos de los carbohidratos complejos: vegetales, arroz de grano entero, nueces y frijoles, pasta y pan de grano entero, maíz y avena. Su consumo puede ayudar a reducir el riesgo de padecer diabetes tipo 2 y problemas cardiovasculares.
Así que ahora que sabes cuales son las diferencias básicas entre estos dos tipos de carbohidratos, será un poco más sencillo reemplazar las comidas para no impactar de manera negativa nuestro cuerpo, sin dejar de comer los carbohidratos necesarios.