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Filemón y Baucis eran dos ancianos casados que vivían en una humilde choza. Un día Zeus con su hijo Hermes, disfrazados, bajaron a Frigia y anduvieron por el pueblo pidiendo un techo bajo el que guarecerse mas en ninguna casa les dieron cobijo.
El mito de Los visitantes misteriosos trata de la historia de dos viajeros que llegan a Frigia y gozan de la buena voluntad de Baucis y Filemon, los cuales son premiados por su cordialidad.
Los visitantes misteriosos
Cuenta la historia de la región de Frigia, que dos viajeros algo misteriosos, llegaron un día pidiendo ayuda por tener varios meses caminando por el mundo.
Tocaron muchas puertas y todas fueron cerradas sin obtener un ápice de solidaridad. Los viajeros veían con asombro lo desconfiados y poco solidarios que podían ser las personas que allí residían.
Llegaron al extremo, topándose con una humilde cabaña, pequeña con techo de hojas secas. Al tocar la puerta salieron un par de ancianos tomados de la mano.
Eran Filemón y Baucis, un hermoso matrimonio que llevaba toda la vida juntos en esa hermosa cabaña, muy humildes y de buen corazón.
Los viajeros entraron a la cabaña y fueron atendidos como reyes, los ancianos los cubrieron con mantas calientes, prepararon una sopa sencilla, le dieron de beber vino en vasos de madera, colocaron baldes con agua para que refrescaran los pies y acomodaron un sitio para que pasaran la noche.
La comida fue acompañada con una agradable charla. La botella de vino nunca se acababa, a pesar de que los viajeros llenaban su copa a cada rato.
Fue entonces que Filemón comprendió quienes eran esos visitantes misteriosos, los mismos dioses Zeus y Hermes.
Estos les dijeron que habían bajado a la Tierra para presenciar la hospitalidad de los humanos y que quedaron sorprendidos por la poca solidaridad de sus vecinos.
Les pidieron a Filemón y Baucis que los acompañaran a la cima de colina, mientras con asombro, veían a lo lejos como su pueblo se perdía en un mar quedando solo su humilde cabaña a flote, la cual, se fue convirtiendo en un hermoso templo.
El Dios Zeus le preguntó a la pareja de ancianos que cuál era su mayor deseo y estos les respondieron que deseaban ser sus sacerdotes y luego, al llegar su hora de dejar de este mundo, querían que fuera al mismo tiempo, juntos, para así completar una vida plena llena de amor.
El Dios Zeus les concedió sus deseos. Los adorables ancianos fueron guardianes por varios años y, al llegar la hora de su partida, Filemón se convirtió en un bello roble y Baucis en tilo, quedando de esta manera juntos e inseparables.
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