Respuestas
Los líquidos laberínticos (perilinfa y endolinfa) desempeñan un papel fisiológico doble: contribuyen a la activación de las células ciliadas cocleares y vestibulares por la transmisión de la señal mecánica y participan en la transformación de esta señal en un mensaje nervioso al poner en marcha fenómenos moleculares entre los líquidos y las células ciliadas. Gracias a las observaciones tanto histológicas como terapéuticas que han sugerido la existencia de una relación entre la audición y la homeostasis de los líquidos del oído interno, numerosos estudios han permitido precisar las características fisicoquímicas de los líquidos laberínticos. A comienzos de la década de 1950, dos descubrimientos marcaron un giro decisivo en el estudio de estos líquidos: von Bekesy midió un potencial de reposo elevado y positivo en la endolinfa coclear (+80 mV respecto a la sangre o a la perilinfa) y Smith et al demostraron la presencia de concentraciones elevadas de potasio y bajas de sodio en la endolinfa coclear y vestibular. Estos resultados orientaron las investigaciones que se realizaron durante los siguientes 30 años, en especial en la cóclea, que se desarrollaron a partir de los conceptos y técnicas elaboradas por la fisiología celular y la fisiología de los transportes transmembrana. En los siguientes 20 años, las técnicas de biología celular y molecular se han aplicado al estudio del oído interno. La etapa siguiente consistió en la identificación de numerosas mutaciones implicadas en la aparición de hipoacusias sindrómicas o no sindrómicas. En la actualidad, la composición de los líquidos laberínticos se conoce con detalle, se han precisado los orígenes respectivos de la perilinfa y de la endolinfa, se han esclarecido los mecanismos celulares implicados en la secreción de cada uno de estos líquidos y se han identificado algunos de sus sistemas reguladores. Los avances realizados en la comprensión de los mecanismos fisiopatológicos implicados en la homeostasis de los líquidos del oído interno deberían permitir, en un futuro próximo, encontrar nuevas pistas terapéuticas de las hipoacusias y vértigos que tengan una relación directa o indirecta con las anomalías de estos líquidos.