Quien me ayuda hacer un ensayo de la tempestad de Shakespeare
Urgente, se lo agradezco si me ayudan
Respuestas
La tempestad
En un mundo desencantado en el que todo pareciera tener alguna explicación racional, se corre el riesgo de
tornarse prosaico, todo se presentaría sin misterio alguno, sin embargo, nos siguen conmoviendo las ficciones.
Consumimos una gran candad
de series, películas, novelas, cuentos, poemas, cómics, mangas. Somos capaces de
suspender nuestro juicio y aceptar el contrato que nos sugiere la ficción y nos sumergimos en ella. Es el texto, la
trama, que nos lleva o nos atrapa. A veces, lo aducimos a un género que nos cauve
(ciencia ficción, drama,
comedia, terror), a veces a algún autor en particular.
Si es el segundo caso, podemos llegar a imaginar o fantasear
con descubrir cuál es el “verdadero” sendo
de tal texto, qué quiso de decir el autor “realmente”. Ahora bien,
¿cómo se puede constatar el verdadero significado que quiso imprimirle un autor a una novela o a una obra de
teatro? ¿Se puede comprobar la intención verdadera del autor?
Si nos enfocamos en el caso de Shakespeare y en particular
La tempestad, notamos que es un texto que
amerita diferentes pos
de lecturas. Desde su relación con la magia, el conocimiento, la conquista, la otredad,
pasando a los mandatos que un buen príncipe no debe postergar: el gobierno. Esta obra de teatro tuvo varias
reescrituras (Una tempestad de Aimé Césaire y un sinn
de adaptaciones cinematográficas y teatrales). A su vez,
sus personajes han sido movo
de varios ensayos, tales como Ariel de José Enrique Rodó, Calibán de Roberto
Fernández Retamar, Calibán y la bruja de Silvia Federici. Las lecturas y reelaboraciones han proliferado en estos
cuatro siglos, pero, por sobre todo, se han multiplicado
desde fines del siglo XIX: sea como crítica
al imperialismo
(Rodó, Retamar, Césaire), sea como lectura de género (Federici).
¿Pensó Shakespeare en todas estas lecturas? Dicil
saberlo. La obra escapa de quien dice ser su dueño. Es
producido por él, pero luego se le torna extraña como la isla encantada de La tempestad donde ocurren fenómenos
insólitos productos de la magia. La isla misteriosa ya que no ene
nombre ni ubicación clara, y el texto que es
interpretada por diferentes generaciones de lectores mulplicando
sus significados, también es otro misterio.
El poeta W. H. Auden realizó una reescritura de La tempestad en un largo poema escrito durante la Segunda Guerra
mundial. En él, Calibán sugiere: “our so good, so great, so dead author to stand before the finally lowered curtain
and take his shyly responsible bow for this, his latest, ripest production”
(Auden, 1988: 225). Es decir, dejar de lado
la figura canónica del autor (“so good, so great”) para abrir paso a nuevas lecturas, en este caso, la de los
estudiantes de cuarto año del Colegio Norbridge, quienes han trabajado la magia, cuestiones
de género, la
conquista, la otredad, con su particular
mirada.