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Para estar en buena forma no se requiere, exclusivamente, de estar dentro de un gimnasio, que a primera hora de la mañana salgas a correr o que el fin de semana tomes tu bicicleta y recorras unos kilómetros. Son actividades excelentes, pero en el mundo del deporte hay cientos de disciplinas para mantenerte saludable a través de rutinas entretenidas y renovadas.
El waterpolo es una favorable opción para darle a tu cuerpo resistencia, fuerza y vitalidad. No es un deporte común, sin embargo reúne modalidades de natación y técnicas de baloncesto que lo convierten en un deporte complejo y exigente, física y mentalmente.
Creado en Inglaterra en la segunda mitad del siglo XIX, el waterpolo o polo acuático se practicaba dentro de ríos y lagos; en la actualidad se realiza solo en piscina (generalmente de 2 metros de profundidad) y se necesitan seis jugadores y un portero para poder formar un equipo.
Dicho deporte consiste en dos equipos que se enfrentan para anotar la máxima cantidad de “goles”, mientras nadan, se mantienen flotando durante todo el partido, nunca tocan el fondo de la piscina y pasan el balón entre sus compañeros de equipo para poder anotar. Actividad nada sencilla y que hace que sus practicantes consuman mucha energía.
Pero antes de pensar que nos iniciamos en la disciplina y que debemos pertenecer a un equipo federado, tenemos que proponernos metas a corto plazo. El polo acuático tiene como base la natación y sus cuatro estilos se integran a este deporte, así que lo primero será reactivarse en nado o aprender, en el caso de que nunca hayas asistido a una clase de natación.