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Es verdad que cada vez somos más cínicos y resulta más difícil que antes el tener héroes o figuras a quienes admirar; sin embargo, aún existen muchas personas que realizan grandes proezas de manera callada, sin salir en las noticias y sin esperar nada a cambio. Conozco a una persona que, cuando tenía 24 años, se fue a ayudar a los indios tarahumaras, a la sierra de Chihuahua. Permaneció con ellos 12 años : en condiciones de miseria, pasando frío y hambre, contrayendo enfermedades, pero siempre luchando por ayudarlos. (Ella es enfermera). Regresó a la ciudad porque se sentía cansada, pero siempre estaba pensando en sus pacientes de Chihuahua, así que volvió a la Sierra, y allá está ahora. No recibe paga alguna, sólo lo que algunas asociaciones le mandan de vez en cuando. Yo la admiro profundamente, porque ella pertenece a una familia acomodada económicamente y tuvo todos los lujos, pero lo abandonó todo por su ideal.
Como mi amiga, seguramente hay miles de otras personas que se esfuerzan por los demás. Si el ser humano ha perdido la admiración por el hombre, debería dejar su egoísmo y ,envez de adorar a falsos ídolos,podría observar a los héroes ocultos que hay entre nosostros.