Respuestas
Querido profesor:
Después de mis padres, tú eres el ídolo que guía mi comportamiento y me da las bases para estructurar mi personalidad. Yo soy aquel ser inacabado e indefenso que por decisión de mis padres fui colocado en tus manos porque necesito vivir experiencias educativas que me permitan: canalizar mi energía, desarrollar mi cuerpo, madurar mi pensamiento, manejar mis emociones, adaptar mi comportamiento y elevar mi espíritu.
Me pongo en tus manos con la confianza de encontrar el amor, la aceptación, la comprensión, el respeto, la paciencia, la orientación y el apoyo que me permitan aprender a controlar esos imperiosos impulsos naturales de jugar, reír, cantar, saltar, correr, hablar, soñar, imaginar y, sobretodo, explorar y crear canalizándolos positivamente en el desarrollo de mis potencialidades.