Respuestas
Entiende que todos somos iguales
Este paso es vital para eliminar la discriminación de tu vida. Si entiendes esto lo demás fluirá naturalmente. Todos somos iguales sin excepción alguna sin importar el color de piel, la nacionalidad, el género, el nivel académico o la posición laboral. Nadie es más que nadie, y todos tenemos los mismos derechos y deberes.
2. Evita los chistes que vulneren la otredad
Si tienes que reírte a costa de otros, eso deja de ser humor para transformarse en crueldad. Dile adiós a los chistes racistas, sexistas o que tengan un tinte discriminatorio. Aunque pueda sonar gracioso en un momento, esto lo único que hace es perpetuar imaginarios colectivos dañinos y además haces sentir mal a las otras personas.
3. Ponte en el lugar del otro
Como diría alguien, todos sin excepción alguna deberíamos estudiar en la universidad de ponernos en el lugar del otro. Si entendemos que todos somos iguales, es fácil comprender que lo que le duele al otro a mí también me duele. Que sentirse discriminado puede dañar poderosamente nuestra autoimagen, y que nadie merece que lo vulneren por ser como es.
4. No te dejes llevar por las apariencias
Las apariencias casi siempre engañan, y los juicios que nos hacemos a través de ellas suelen ser errados. Todos tenemos la tendencia a dar opiniones sobre las personas, sobre su forma de vestir o sus gustos. Este es un error garrafal pues detrás de la vestimenta hay un ser humano entero que no merece ser encasillado por prejuicios, que en muchos casos ni siquiera tienen que ver con él.
5. No juzgues
Juzgar es el hábito más mal sano que podemos tener. A través de los juicios nos desligamos de la verdad y construimos una realidad estructurada en nuestras opiniones amañadas. Si todos somos iguales, nadie tiene el derecho de opinar sobre los demás y como llevan su vida. Cuando nos liberamos de juzgar aprendemos a amar al otro tal y cual es.
6. Desarrolla la empatía
Desarrollar la empatía es un paso fundamental a la hora de eliminar la discriminación. Ser empático es conectarnos con las emociones y las necesidades del otro. Si llegamos a este nivel no solo podemos entender a los demás, sino que además podemos ayudarlos de múltiples formas.
7. Corregir a los otros frente a sus conductas discriminatorias
A muchos nos enseñaron desde niños a callar. Sin embargo esta actitud hace que muchas prácticas erróneas se transmitan de generación en generación. Decir que no estamos de acuerdo, no solo es posible sino que además es necesario en muchos casos. Cuando te encuentres frente a conductas discriminatorias corrige desde el amor a los verdugos, tal vez tu opinión sea lo que necesitaban para transformar su forma de actuar y dirigirse a los demás.
8. Abre tu mente
Abrir nuestra mente es vital para entender que no estamos solos en el mundo, y eliminar la discriminación de nuestra vida definitivamente. La expansión mental nos ayuda a entender que hay diferentes culturas, que nadie es discapacitado porque todos tenemos habilidades diferentes, que la diferencia es lo único en lo que somos iguales y que somos tan variados como el mismo universo.