Respuestas
No hay mapas definitivos. Los límites de los países cambian como consecuencia de hechos históricos predeterminados por el género humano. Rara vez un enclave desaparece tras un cataclismo natural. Por lo general son conflictos, guerras, tratados y acuerdos, no siempre con la anuencia o participación directa de la ciudadanía, los que dibujan, aquí y allá, los contornos cambiantes de los Estados que configuran la llamada comunidad internacional.
Después de siglos bajo la hegemonía de vastos imperios, aventuras colonizadoras, guerras mundiales o localizadas, nuevas fronteras y procesos de emancipación y nacimiento de Estados, la globalización, estrechamente ligada a la revolución tecnológica, parecía haber difuminado los contornos más o menos históricos y convertido el mundo en una aldea planetaria caracterizada por la inmediatez en los flujos comerciales y financieros. Un mundo abierto a la libre circulación de bienes y servicios, información, deporte, cultura... que, al menos en teoría, hacía saltar por los aires las barreras nacionales. Añejas o sobrevenidas. Movilidad, fluidez y adaptabilidad bajo la etiqueta de “sin fronteras”. Pura ilusión.
Los mapas de los siglos XVIII y XIX, distintos de las cartografías del siglo XX, siguen cambiantes en el XXI. Las sociedades, tan intercomunicadas en múltiples aspectos, acusan fragmentaciones físicas, culturales, simbólicas... Las fronteras, con sus modificaciones constantes, siguen configurando los límites de los respectivos Estados-Nación, viejos y nuevos, al tiempo que se refuerzan y sitúan como epicentro de múltiples conflictos territoriales. Barreras selectivas frente a los flujos migratorios, representan asimismo la gran excepción a la supuesta libre circulación de mercancías y capitales consagradas por la globalización y la revolución tecnológica.
Cronologías, procedimientos, tratados e intereses de todo tipo que trazaron las cartografías de hoy, vigentes o cuestionadas, y que no obstante ayudan a comprender y a calibrar la consistencia de los límites en aquellas zonas más sensibles de nuestras geografías alterables.
Los textos y los mapas que acompañan la exposición se basan en los contenidos del Atlas CONFLICTOS DE FRONTERAS de Le Monde diplomatique en español.