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El gobierno de Sinaloa informó que busca integrar un frente de entidades expulsoras y receptoras de migrantes, con el propósito de establecer un esquema de educación y salud que beneficie a los hijos de jornaleros agrícolas y erradique la contratación de niños para las labores campesinas en el norte del país.
Al ser Sinaloa el principal productor de legumbres en México, en sus campos anualmente se emplean 200 mil migrantes en labores de siembra, cosecha y recolección, de los cuales 30 mil son infantes, cuyas edades van de cuatro a 14 años, informó en conferencia de prensa el secretario de Educación Pública y Cultura del gobierno del estado, Florentino Castro.
Esa población flotante, explicó, permanece en la entidad de dos a seis meses. Sus principales lugares de procedencia son los estados de Guerrero, Michoacán, Oaxaca y Veracruz, a los que la mayoría regresa al término de sus contratos. Un número significativo, abundó, aprovecha sus ganancias para cruzar la frontera norte del país, en busca de mejores condiciones de vida para sus familias.
Para consolidar el proyecto, del 16 al 17 de este mes, en la ciudad de Culiacán tendrá lugar el primer Encuentro Nacional sobre Protección y Derechos de las Niñas y los Niños de Familias Jornaleras Agrícolas, en el que con la participación de diferentes frentes sociales se analizará la problemática y se buscará consensuar una propuesta que sea el eje rector de un programa que permita beneficios en salud y educación a los menores de edad de esos grupos sociales.
En el encuentro, informó, participarán responsables de la seguridad social, organismos de empleadores y productores agrícolas representativos, así como organismos defensores de los derechos humanos de Guerrero, Michoacán, Oaxaca, Veracruz, Baja California, Baja California Sur, Sonora y Sinaloa.