Respuestas
Clasificación de los versos
En la entrada sobre el verso, hicimos ya una primera clasificación de los versos según formaran parte de una versificación regular o versificación irregular. Aquí vamos a concentrarnos en la clasificación de los versos en versos de arte menor y versos de arte mayor, según su número de sílabas métricas de cada verso.
Versos de arte menor. En poesía denominamos versos de arte menor a los versos que tienen ocho sílabas o menos. Para los efectos de la rima estos versos se designan con una letra minúscula (abc). Así hablamos de versos bisílabos (versos de dos sílabas); trisílabos (versos de tres sílabas); tetrasílabos (versos de cuatro sílabas); pentasílabos (versos de cinco sílabas); hexasílabos (versos de seis sílabas); heptasílabos (versos de siete sílabas) y octosílabos (versos de ocho sílabas). En español, los versos más frecuentes de arte menor son:
Tetrasílabos o versos de cuatro sílabas (los versos cuatro y octavo son versos agudos y por ello añadimos una sílaba más para los efectos de la métrica).
En las presas (4)
yo divido (4)
lo cogido (4)
por igual. (3+1 por agudo)
Sólo quiero (4)
por riqueza (4)
la belleza (4)
sin rival. (3+1 por agudo)
(José de Espronceda, “Canción del pirata”)
Heptasílabos o versos de siete sílabas (los versos primero y tercero tienen cada uno un caso de sinalefa y el verso cuatro es agudo, por lo que contamos una sílaba más).
Sentado_en su barquilla, (7)
te canta su cuidado, (7)
cual nunca_enamorado (7)
tu tierno pescador (6+1 por agudo)
(José de Espronceda, “El pescador”)
Octosílabos o versos de ocho sílabas; es el verso del romancero y el más frecuente en español (los versos dos y cuatro tienen cada uno un caso de sinalefa).
—Compañero, compañero, (8)
casóse mi linda_amiga; (8)
casóse con un villano, (8)
que_es lo que más me dolía. (8)
(Romance anónimo)
Versos de arte mayor. En poesía denominamos versos de arte mayor a los versos que tienen nueve o más sílabas. Para los efectos de la rima estos versos se designan con una letra mayúscula (ABC). Así hablamos de versos eneasílabos (versos de nueve sílabas); decasílabos (versos de diez sílabas); endecasílabos (versos de once sílabas); dodecasílabos (versos de doce sílabas); alejandrinos (versos de catorce sílabas). Los más frecuentes en la legua española son:
Eneasílabo o versos de nueve sílabas (los versos segundo y cuarto son versos agudos, por lo cual contamos una sílaba más; el verso cuarto posee también un caso de sinalefa).
Juventud, divino tesoro, (9)
¡ya te vas para no volver! (8+1, por agudo)
Cuando quiero llorar, no lloro... (9)
y_a veces lloro sin querer... (8+1, por agudo)
(Rubén Darío, “Canción de otoño en primavera”)
Endecasílabo o versos de once sílabas (en el primer verso hay dos sinalefas y una en cada uno de los siguientes tres versos).
¿Todo_está_a punto? ¿Nave, marineros, (11)
puerto lejano,_estrella conocida, (11)
aroma de_una patria concebida (11)
en soledad de_azules derroteros? (11)
(Manuel Mantero, “El viaje”)
Alejandrinos o versos de catorce sílabas (en este cuarteto, los versos dos y cuatro añaden una sílaba más por ser versos agudos, y también tienen sinalefa).
Por casco sus cabellos, su pecho por coraza, (14)
pudiera tal guerrero, de_Arauco_en la región, (13+1, por agudo)
lancero de los bosques, Nemrod que todo caza, (14)
desjarretar un toro,_o_estrangular un león. (13+1, por agudo)
(Rubén Darío, “Caupolicán”)