Respuestas
Yogur: Debe ser entero y sin aditivos (ni frutas ni azúcar) e idealmente envasado en cristal.
Kefir de leche: Se hace con el hongo de kéfir y contiene ácido carbónico.
Kefir de agua: Se necesita un hongo de kéfir de agua distinto al de la leche.
Té de Kombucha: Es un té fermentado en base a té verde o negro. Tiene una gran variedad de microorganismos.
Natto: Semilla de soja fermentada, alimento milenario en Japón, fuerte olor y sabor y con textura pegajosa.
Queso blando: Contiene gran número de cepas de bacterias de lactobacillus casei.
Chucrut: Repollo fermentado, típico de la cocina alemana, debe comerse crudo para obtener todo su efecto.
Kimchi: Típico en Korea en base a repollo chino, jengibre, ajo, nabos y otras verduras de la temporada fermentadas, picante.
Miso: Pasta de soja fermentada, de ella se hace la sopa de miso típico de Japón.
Chocolate negro: A partir de 80% de contenido de cacao sin azúcar añadido. Es curioso pero cuenta con hasta 4 veces más probióticos que los lácteos.
Pepinillo encurtido: El famoso pepinillo en vinagre, fermentado.
Tempeh: De soja fermentada, sustituto de la carne.
Zumo de chucrut: Jugo fermentado con alto contenido en Lactobacillus.
Suero de mantequilla: Un tipo de leche fermentada similar a un yogur líquido que es popular en Holanda y Alemania.
Sufí: Derivado de soja, se hace de pequeños y firmes dado de tofu, se llama también tofu fermentado, textura de queso blando.
Kefir de raíz de gengibre: Se obtiene por fermentación de jengibre y sirope de caña de azúcar.
Tamari: Salsa fermentada parecida al shoyu, típico de Japón. No contiene trigo, apto para celíacos.
Berenjenas encurtida: Producto típico de la ciudad de Almagro.
Pan de masa madre: La masa madre es harina y agua que fermenta de forma natural.
Microalgas: Sobre todo la chlorella fomenta el crecimiento de los lactobacillus ‘buenos’.