Respuestas
En el contrato feudal se establecían los mutuos compromisos entre el señor y el vasallo. Este último estaba obligado a prestar servicio militar y debía acompañar a su señor en la guerra, dentro y fuera del territorio. Por el compromiso de fidelidad establecido implícita o explicita mente en el contrato feudal, el vasallo no podía luchar contra el señor feudal ni contra sus hijos. Además tenía que comparecer como asesor en el tribunal del señor a fin de ayudarle a resolver los casos difíciles. También el vasallo no podía desvalorizar el feudo ni perjudicarlo, y estaba obligado a participar del rescate del señor si éste era hecho prisionero. También pagar por el casamiento de la hija y para equipar al primogénito cuando era armado caballero.
Por su parte, el señor debía ofrecer a su vasallo protección y justicia. No podía atacarlo ni insultarlo, como tampoco perjudicar sus bienes. Si el vasallo moría, el señor feudal colocaba bajo su tutela a los hijos menores, protegía a la viuda y procuraba casar a las hijas. Si faltaba a estos deberes, cometía el delito de felonía. Sin embargo, los derechos del señor eran mayores, pues podía hacer totalmente suyas las tierras de su vasallo en caso de que ésta muriera sin herederos. El señor gozaba de muchos privilegios, pues administraba justicia, acuñaba su propia moneda y ejercía el monopolio del horno y el molino, donde los campesinos debían dejar una parte de sus productos o pagar un impuesto para poder usarlo.