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Los adjetivos son las palabras que complementan al sustantivo al suministrar más información acerca de aquel, puntualizando cualidades generales o que lo circunscriben a una clase determinada, o bien detallando una característica en particular que le es inherente.
Los adjetivos tienen una función especificativa o explicativa: “es un padre ejemplar“, “solo tomo vino tinto“, “me gusta la música clásica“, “me impactó la blanca nieve”.
Puede advertirse que en este último caso (explicativo), el adjetivo resulta prescindible y de hecho redundante (pues se sabe que la nieve es blanca), pero se aceptan estos usos sobre todo en literatura, por su claro valor enfático.
A tal punto, el adjetivo funciona como complemento del sustantivo, que estos deben coincidir en cuanto a género (masculino o femenino) y número (singular o plural). De todos modos, es preciso aclarar que no todos los adjetivos tienen variación en género.
Los sustantivos son palabras cuyos referentes son clases de entidades fijas (a diferencia de los pronombres cuyos referentes son contextuales), no estados de hechos o relaciones gramaticales. Los pronombres personales en cada contexto tienen un referente pero este cambia de contexto a contexto, por ejemplo: "yo" no tiene referente fijo sino que depende de quien habla. Por su parte los verbos designan estados de hechos, procesos o relaciones entre entidades, mientras que las preposiciones generalmente indican relaciones abstractas. Sintácticamente los sustantivos funcionan como núcleos de sintagma nominal, es decir, como argumentos del verbo o complementos del nombre.
En español, al igual que en las demás lenguas romances, los sustantivos son variables en género y número, mientras que en otras lenguas, el chino por ejemplo, los sustantivos son invariantes. La mayoría de las lenguas conocidas distinguen sistemáticamente entre sustantivos y verbos, teniendo propiedades formales diferentes. Sin embargo, esta distinción tampoco es universal, ya que algunas lenguas como el náhuatl o lenguas salish como el lummi o el kalispel no parecen distinguir consistentemente entre ambas categorías y las formas que funcionan como sustantivo también aceptan flexión verbal.