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ESTRUCTURA ECONÓMICA DE VENEZUELA COLONIAL.
El móvil inicial de la conquista siempre fue por razones económicas, la obtención de beneficios rápidos y riquezas fáciles como la explotación de perlas y oro. En Venezuela, la minería fue muy limitada generando un poblamiento tardío. La única manera de garantizar la posesión de estas tierras por parte de España era la ocupación decisiva del territorio a través del asentamiento permanente de población en pueblos y ciudades definitivos. Esto llevó al desarrollo de una economía agropecuaria cuyas bases de riqueza eran la tierra y la mano de obra. Las tierras al igual que las aguas eran regalías o bienes propiedad exclusiva de la Corona. La Corona, en principio, las cedía a los primeros conquistadores y pobladores y sus descendientes, a través de reales cédulas de donación. Las Capitulaciones eran contratos suscritos por la Corona autorizando las expediciones de exploración y conquista constituyéndose en su base jurídica. Los Adelantados o jefes de expediciones conquistadoras, recibían la capitulación y efectuaban los Repartimientos o distribución de las tierras en nombre del Rey, entre los primeros pobladores y sus descendientes, en cuanto se fundaba un pueblo. La tierra repartida pasaba a ser propiedad privada y podía ser vendida y heredada. La tierra requería mano de obra para ser productiva. La mano de obra utilizada primero fue indígena, cuya explotación evolucionó de esclavizada en general, a esclavizar sólo a los indígenas rebeldes, finalmente los indígenas fueron considerados como vasallos libres de la Corona, como tales debían pagar tributos generalmente en trabajo personal, a través de las Encomiendas y las Misiones y bajo la protección y el cuidado real. Posteriormente, se recurrió a mano de obra esclavizada integrada por población aborigen africana; la mano de obra esclavizada fue dominante durante casi todo el período colonial. El conjunto de ingresos que recibía la Corona proveniente de sus colonias conformaban la Real Hacienda la cual se nutría de dos fuentes fundamentales: las Regalías como el quinto real, el diezmo, la venta de cargos, la venta de tierras y la venta de bienes vacantes y los Impuestos o contribuciones obligatorias y directas sobre la renta, la industria y el comercio como alcabala, almojarifazgo, armada, armadilla y corso, media anata, penas de cámara y estancos, entre otros. Era un sistema caracterizado por la explotación fiscal acentuada, con más de un impuesto sobre una misma actividad que generó grandes beneficios para la metrópoli y descontento en las colonias. La economía colonial era agropecuaria, monoproductora y monoexportadora, orientada de acuerdo con los requerimientos y las necesidades del mercado mundial al cual se enviaba cacao, caña de azúcar, añil, tabaco y cueros. El sector dinámico de la economía era el comercio exterior sometido a un estricto monopolio comercial por parte del estado español. Al principio se efectuaba a través del sistema de flotas y galeones que anualmente viajaban entre España y sus colonias; posteriormente se hacía a través del sistema de Compañías como el caso de la Compañía Guipuzcoana o Compañía de Caracas que se encargaba del comercio exterior y de la lucha contra el contrabando y la piratería y, finalmente, hasta el término del período colonial el libre comercio limitado entre algunos puertos de la América española como La Guaira, La Habana, Veracruz, entre otros. El comercio interno era muy limitado y el mercado interior muy restringido. Las Encomiendas eran concesiones de tierras e indígenas como mano de obra, otorgadas por el estado colonial a los primeros pobladores y conquistadores y sus descendientes. No otorgaban propiedad y se asociaron con los llamados pueblos de indios. Las misiones, también intervinieron en el poblamiento fundando pueblos y sometiendo a los indígenas para explotarlos como mano de obra, estaban a cargo de congregaciones religiosas. Eran autorizados por la Corona, menos violentas pero en ningún caso pacíficas. Fundaron pueblos de misión y pueblos de resguardo. Las unidades de producción agropecuaria eran latifundios que orientaban su producción hacia el mercado exterior con mano de obra esclavizada de origen africano como las plantaciones cercadas a la cosa y a los puertos; las haciendas producían para el mercado interno y los sitios de hato se ubicaban hacia el llano y se dedicaban a la cría de ganado. Además existían talleres artesanales limitados con producción por encargo.