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Los períodos de sequía pueden tener importantes consecuencias para el medio ambiente, la agricultura, la economía, la salud y la sociedad. La consecuencia más dramática de la sequía es la hambruna.
España es un país especialmente afectado por el fenómeno de la sequía. Entre los años 1880 y 2000 se han calificado más de la mitad de los años como secos o muy secos.
La Región de Murcia es particularmente propensa a sufrir estos períodos secos en los meses más calurosos, alargándose en muchas ocasiones durante la mayor parte del año.
La causa última de la sequía es la falta de precipitaciones, y las consecuencias en el medio ambiente son numerosas, destacando la vulnerabilidad frente a incendios de las masas forestales y la aparición de determinadas plagas, entre otras.
La ausencia de lluvias durante prolongados espacios de tiempo conlleva la irremediable muerte de seres vivos por no disponer del agua necesaria para mantener sus funciones vitales. Plantas, animales y personas dependemos del preciado recurso hídrico para sobrevivir. Aunque la sociedad humana ha aprendido a encauzar ríos, a embalsar grandes masas de agua, a desalar agua marina y a represar el agua de los cauces para hacer uso de ella, las plantas y animales que conforman los ecosistemas dependen directamente del agua de las precipitaciones para su supervivencia.
La sequía se puede definir como una anomalía transitoria en la que la disponibilidad de agua se sitúa por debajo de los requerimientos estadísticos de un área geográfica dada. El agua no es suficiente para abastecer las necesidades de las plantas, los animales y las personas.
La causa principal de toda sequía es la falta de lluvias o precipitaciones, llamándose este fenómeno ‘sequía meteorológica'.
La sequía meteorológica no se debe confundir con la sequía hidrológica, pues la primera hace referencia a la escasez de precipitaciones y la segunda sería una consecuencia de la primera, ya que se trata de la disminución de las reservas de agua disponibles (ríos, embalses, acuíferos, etc.).
consecuencias Los períodos de sequía pueden tener importantes consecuencias para el medio ambiente, la agricultura, la economía, la salud y la sociedad. La consecuencia más dramática de la sequía es la hambruna. La falta de agua impide el desarrollo de cultivos y la cría de ganado, lo que desemboca, en el peor de los casos, en la muerte por inanición de más de tres millones de niños al año (FAO). Pero, al margen de esta vergonzosa y paliable situación, donde quizás los gobiernos son más responsables que el propio clima, la sequía tiene otras consecuencias, siendo las más comunes:
Disminución de la producción agrícola y de la capacidad de carga del ganado.
Malnutrición, deshidratación y enfermedades relacionadas.
Migración masiva, resultando en un gran número de desplazados.
Daños al hábitat, afectando a la biodiversidad terrestre y acuática.
Tormentas de polvo, cuando la sequía afecta un área que sufre de desertificación y erosión.
Descontento social, conflictos y guerras por recursos naturales, incluyendo agua y alimentos.
Aumento de la tasa de incendios.
Conviviendo con la sequía
España es un país especialmente afectado por el fenómeno de la sequía. Entre los años 1880 y 2000 se han calificado más de la mitad de los años como secos o muy secos. Las sequías afectan a todas las regiones de España, aunque son aquellos territorios en los que las precipitaciones anuales no superan los 600 mm, entre los que se encuentra la Región de Murcia, los que sufren en mayor medida sus efectos. ESTO ES UN TRABAJO QUE HIZO MI HERMANO Y TE LO MANDO!