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Los geólogos han sabido durante años que las placas tectónicas afectan a los patrones climáticos. Pero ahora argumentan que lo opuesto también cierto, considerando que la intensificación de los fenómenos climáticos pueden hacer que se muevan las placas tectónicas. Con el uso de modelos basados en patrones combinados de los monzones y la dinámica de placas, los geólogos dicen que la placa tectónica del indico se ha acelerado en un 20% en los últimos 10 millones de años. “La importancia de este hallazgo radica en el reconocimiento, por primera vez, de que los cambios climáticos a largo plazo tienen el potencial de influenciar el movimiento de las placas tectónicas”, dijo el investigador de la Universidad Nacional de Australia Giampiero Iaffaldano COSMOS.
Se ha llegado a la conclusión de que la erosión del monzón sobre el Himalaya oriental durante 10 millones de años está haciendo que la placa se esté girando a la izquierda. El desgaste de las rocas por los vientos, y el la corteza por las lluvias, han aligerado la carga en la parte oriental de la India.
Desde hace tiempo se sabe que los movimientos tectónicos tienen efectos lentos pero enorme en los patrones climáticos a largo plazo. A medida que la placa India chocó contra la placa de Eurasia, por ejemplo, se crearon la cordillera del Himalaya, cambiando los patrones del viento y la lluvia en el proceso. Este estudio es el primero en demostrar lo contrario.
Una de las formas más habituales de rastrear los patrones de movimiento de las placas y su velocidad es observar los minerales magnéticos que contienen las rocas y fechar su edad. Cuando las rocas están “frescas”, se acaban de formar, los minerales magnéticos se alinean con el polo norte magnético. Al moverse las placas, los minerales pueden dejar de “apuntar” al norte. Recientemente, los científicos han sugerido que incluso la joven Tierra tenía las placas tectónicas y que las antiguas colisiones continentales pueden haber proporcionado el aire que respiramos.
Pero no vayamos tan rápido: Estos geólogos están estudiando patrones de tiempo del orden de millones de años, por lo que no hay que preocuparse porque el calentamiento global pueda producir terremotos más frecuentes.