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Desde tiempos incontables, el ser humano se ha enamorado y para expresar ese sentimiento, que a veces es muy bonito y otras veces muy destructivo, se vale de las palabras. Es por eso que no es de extrañarse que la mayoría de los grandes poetas que ha dado la humanidad hayan dedicado una buena parte de su obra a los poemas cortos de amor y todo lo que éste provoca.
En todas las épocas de la historia, la poesía en sus diversas formas se ha encargado de apoyar a los enamorados en su misión de conquista. Aquí en Freim te queremos dar una ayudadita para que ya por fin te decidas a decirle lo que sientes a esa persona que no te has podido sacar de la cabeza. Así puedes declarar tu amor en diez formas distintas. Esperemos que disfrutes entonces de esta selección de poemas de amor cortos con autor, en donde podrás encontrar poemas latinoamericanos y de autores y poetas mexicanos.
Poemas cortos de amor 2019
Gustavo Adolfo Bécquer – “Rima XXIII”
Por una mirada, un mundo;
por una sonrisa, un cielo;
por un beso… ¡Yo no sé
qué te diera por un beso!
Poemas de Gustavo Adolfo Bequer
Octavio Paz – “Dos cuerpos”
Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos olas
y la noche es océano.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos piedras
y la noche desierto.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces raíces
en la noche enlazadas.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces navajas
y la noche relámpago.
Dos cuerpos frente a frente
son dos astros que caen
en un cielo vacío.
Poemas de Octavio Paz
Federico García Lorca – “El poeta pide a su amor que le escriba”
Amor de mis entrañas, viva muerte,
en vano espero tu palabra escrita
y pienso, con la flor que se marchita,
que si vivo sin mí quiero perderte.
El aire es inmortal. La piedra inerte
ni conoce la sombra ni la evita.
Corazón interior no necesita
la miel helada que la luna vierte.
Pero yo te sufrí. Rasgué mis venas,
tigre y paloma, sobre tu cintura
en duelo de mordiscos y azucenas.
Llena pues de palabras mi locura
o déjame vivir en mi serena
noche del alma para siempre oscura.
poemas de federico garica lorca
Jorge Luis Borges – “El enamorado”
Lunas, marfiles, instrumentos, rosas,
lámparas y la línea de Durero,
las nueve cifras y el cambiante cero,
debo fingir que existen esas cosas.
Debo fingir que en el pasado fueron
Persépolis y Roma y que una arena
sutil midió la suerte de la almena
que los siglos de hierro deshicieron.
Debo fingir las armas y la pira
de la epopeya y los pesados mares
que roen de la tierra los pilares.
Debo fingir que hay otros. Es mentira.
Sólo tú eres. Tú, mi desventura
y mi ventura, inagotable y pura.
poemas de jorge luis borges
Luis Cernuda – “Contigo”
¿Mi tierra?
Mi tierra eres tú.
¿Mi gente?
Mi gente eres tú.
El destierro y la muerte
para mi están adonde
no estés tú.
¿Y mi vida?
Dime, mi vida,
¿qué es, si no eres tú?
Jaime Sabines – “Tu nombre”
Trato de escribir en la oscuridad tu nombre.
Trato de escribir que te amo.
Trato de decir a oscuras todo esto.
No quiero que nadie se entere,
que nadie me mire a las tres de la mañana
paseando de un lado a otro de la estancia,
loco, lleno de ti, enamorado.
Iluminado, ciego, lleno de ti, derramándote.
Digo tu nombre con todo el silencio de la noche,
lo grita mi corazón amordazado.
Repito tu nombre, vuelvo a decirlo,
lo digo incansablemente,
y estoy seguro que habrá de amanecer.
Francisco de Quevedo – “Amor constante más allá de la muerte”
Cerrar podrá mis ojos la postrera
Sombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía
Hora, a su afán ansioso lisonjera;
Mas no de esotra parte en la ribera
Dejará la memoria, en donde ardía:
Nadar sabe mi llama el agua fría,
Y perder el respeto a ley severa.
Alma, a quien todo un Dios prisión ha sido,
Venas, que humor a tanto fuego han dado,
Médulas, que han gloriosamente ardido,
Su cuerpo dejará, no su cuidado;
Serán ceniza, mas tendrá sentido;
Polvo serán, mas polvo enamorado.
en el corazón del verano.
Como pañuelos blancos de adiós viajan las nubes,
el viento las sacude con sus viajeras manos.
Innumerable corazón del viento
latiendo sobre nuestro silencio enamorado.
Zumbando entre los árboles, orquestal y divino,
como una lengua llena de guerras y de cantos.
Viento que lleva en rápido robo la hojarasca
y desvía las flechas latientes de los pájaros.
Viento que la derriba en ola sin espuma
y sustancia sin peso, y fuegos inclinados.
Se rompe y se sumerge su volumen de besos
combatido en la puerta del viento del verano.
POEMA 3
Deletreos de armonía que ensaya inexperta mano.
Hastío. Cacofonía del sempiterno piano que yo de niño escuchaba soñando... no sé con qué, con algo que no llegaba, todo lo que ya se fue.
POEMA 4
9. Rima LX (Gustavo Adolfo Bécquer)
Mi vida es un erial, flor que toco se deshoja; que en mi camino fatal alguien va sembrando el mal para que yo lo recoja.