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Y es que si los residuos orgánicos permanecen al aire libre más de cuatro o cinco horas, pueden provocar problemas de salud y disparar los criaderos de zancudos, entre ellos el que transmite el dengue hemorrágico.
Lo anterior sin contar que las bolsas de basura que no están en su lugar, acabarían abiertas o rotas por perros, ratas y demás bichos, lo que haría que su contenido terminara esparcido.
Lo propio ocurriría en la ciudad. Las bolsas se apilarían en calles y plazas de esta zona, lo que no sólo incomodaría a la comunidad, sino que además se convertiría en un asunto de salud pública.
La anterior radiografía, así de alarmante como se lee, fue planteada por José Alfredo Porras, un ambientalista local, quien conceptuó que a este neurálgico tema de la recolección de basura, así como al posible cierre de El Carrasco, no se les ha dado un adecuado manejo por parte de las autoridades.
Él, experto en temas de recolección de desechos, sostiene que, nada más en Bucaramanga, por citar sólo un dato, los bumangueses verían regadas en las vías y aceras un aproximado de 428 toneladas diarias de desechos.
estariamos muertos para empezar los animales piensan que es comida, con eso se mueren, no tendremos con que comer, el agua estaria contaminada no la podriamos tomar.