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De su misma definición tenemos que el feminicidio es un crimen que afecta la vida de las mujeres en todo el mundo; nuevo término que está buscando un lugar en el discurso criminalístico y busca a su vez visualizar una situación de violencia silenciada por muchos siglos por la indiferencia y tolerancia social.
Es un problema social, político, cultural y es un problema de Estado. El feminicidio es el genocidio contra mujeres y sucede cuando se permiten atentados contra la vida de las mujeres. En el feminicidio concurren en tiempo y espacio, daños contra mujeres realizados por conocidos y desconocidos, por violentos, violadores y asesinos individuales y grupales, ocasionales o profesionales, que conducen a la muerte de las víctimas.
No todos los crímenes son concertados o realizados por asesinos seriales: los hay seriales e individuales, algunos son cometidos por conocidos: parejas, parientes, novios, esposos, acompañantes, familiares, visitas, colegas y compañeros de trabajo; también son perpetrados por desconocidos y anónimos, y por grupos mafiosos de delincuentes ligados a modos de vida violentos y criminales.
Sin embargo, nuestra sociedad que no conoce a cabalidad la ley, todo lo conlleva al feminicidio, cuando la ley es clara al legislar en el art. 108 B del Código Penal vigente, que el feminicidio es un acto de muerte, es un homicidio de género contra la mujer y nos olvidamos de los otros delitos que la ley prevé y la tentativa de feminicidio es cuando se tiene la intención de matar y no se llega al extremo de consumar el delito.
Tenemos en nuestra Ley los delitos de lesiones por violencia contra las mujeres tipificado en el art. 121 B del Código Penal, también existe la Ley Nº 30364 ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar.
O sea, no todos los actos de violencia contra la mujer es feminicidio (no justificamos, ya que nada justifica la violencia).
Hace unos pocos días escuchamos las declaraciones de una congresista de la Republica muy criticadas por su forma de decirlas, sin embargo debemos prestar atención al mensaje que, al menos a este modesto entender, no se trataba de justificar las violencia de ninguna forma, sino que se trataba de decir que a veces las personas provocamos y/o permitimos que se nos agredan, ya sea por nuestros actos o por las cosas que decimos, generando en la otra persona una reacción violenta que muchas veces llega al feminicidio.
suerte!!