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Vivimos en una sociedad donde poco a poco, y con el silencio cómplice de los cristianos, se nos van imponiendo criterios sin haberse tomado decisiones colectivas. Una sociedad donde unos pocos desean imponer sus criterios o "derechos individuales"; son minorias que hacen mucho ruido y que están en todas partes. Desean imponernos, a las mayorias silenciosas, los supuestos en que habrían de ser legales el aborto, la eutanasia, el matrimonio homosexual o la adopción de niños por parejas del mismo sexo. El cristiano ante estas actitudes, no debe callar, no puede ser mediocre y debe defender las verdades transmitidas a lo largo de los siglos por nuestros antepasados que, a su vez, las heredaron del único poseedor de la verdad: Cristo Jesús Hijo de Dios y Dios Verdadero.
espero q te sirva