Respuestas
una zona donde se creía que existían abundantes minas de oro. La leyenda se origina en el siglo XVI, en Colombia, cuando los conquistadores españoles tienen noticias de una ceremonia realizada más al norte (altiplano cundiboyacense), donde un rey se cubría el cuerpo con polvo de oro y realizaba ofrendas en una laguna sagrada. Hoy en día se sabe que este pueblo era el Muisca y el sitio donde se realizaba la ceremonia habría sido la laguna de Guatavita (Colombia). La noticia de la riqueza muisca atrajo hasta la sabana de Bogotá a expediciones originadas en Quito (Ecuador), Santa Marta (Colombia) y Coro (Venezuela). La supuesta existencia de un reino dorado motivó numerosas expediciones y se mantuvo vigente hasta el siglo XIX, aunque su localización se fue trasladando desde Colombia hacia las Guayanas, a medida que avanzaba el proceso de conquista y colonización del territorio sudamericano.
La historia sobre las grandes riquezas de Sudamérica se inicia en Panamá, cuando el conquistador Vasco Núñez de Balboa emprende las primeras expediciones hacia el interior del istmo. En su camino, los españoles se cruzan con la tribu del indio Comagre, del cual reciben esclavos y algo de oro, entre otras cosas. Según las crónicas, cuando Núñez de Balboa realiza el reparto del oro entre los soldados, se produce una riña entre algunos españoles inconformes con la partición.