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Desde pequeños en la escuela se enseña a los niños quiteños que la fundación de su ciudad es el 6 de diciembre. Por ello cada año durante esas fechas se realizan varios actos para conmemorar este evento. Sin embargo, según el cronista de la ciudad, Juan Paz y Miño, se está cometiendo un “error histórico”. Las fiestas de Quito se comenzaron a celebrar hace pocos años, desde la década de los 60. Esto se debió a una “revalorización de la cultura hispánica, que ya venía desde los años 30”, explica Paz y Miño. En esos años se decidió realizar los festejos el 6 de diciembre porque en 1534 supuestamente en ese día fue fundada la capital por Sebastián de Benalcázar. Pero, el cronista explica que existe un error histórico. “La fundación jurídica de Quito realmente es el 28 de agosto de 1534”. De acuerdo al Archivo Histórico de la ciudad, Quito no fue fundada una, ni dos, sino tres veces. La institución cuenta con tres actas de fundación. Las dos primeras datan de agosto y la última de diciembre de 1534. Esta curiosidad histórica se debió a una competencia entre Francisco Pizarro y Pedro de Alvarado por tener el poder sobre el territorio. En esa época cuando se fundaba una ciudad se adquiría los derechos sobre la misma. Primera Fundación El 16 de agosto de 1534, Diego de Almagro crea la ciudad de Santiago de Quito, en lo que actualmente se conoce como Riobamba. Fue enviado por Francisco Pizarro para adelantarse a Alvarado. Con la fundación inexacta de Quito, Almagro logró tomar posesión de estas tierras para la jurisdicción de Pizarro. Segunda Fundación Días después, en la ciudad de Santiago (Riobamba), Almagro, antes de rendirle cuentas a Pizarro, fundó el 28 de agosto de 1534 la Villa de San Francisco de Quito. Ordenó mover la ciudad al sitio conocido por los indios como Quito (actualmente capital del Ecuador). Por ello Benalcázar fue enviado a ese lugar para poner en efecto la institución. Tercera Fundación “Después de 100 días de viaje y tras enfrentarse a la resistencia indígena, Sebastián de Benalcázar llega a Quito. El 6 de diciembre de 1534 ejecuta la fundación encargada por Almagro”, explica Alfonso Ortiz, historiador y cronista de la ciudad. Ortiz manifiesta que “la tercera institución de la ciudad consistió en llevar a cabo la ceremonia de fundación. Además, Benalcázar posesionó a las autoridades del cabildo que fueron alcaldes y ocho regidores. También, se inscribieron a 204 españoles como vecinos de la ciudad. Y el 20 de diciembre se estableció la Villa, se trazó la ciudad y se repartieron los solares (territorio de propiedad particular) entre los ciudadanos”. Es por ello que actualmente se celebra la fundación de la 'Carita de Dios' el 6 de diciembre. “Todos los actos de ese día dieron vida a la ciudad. Porque antes solo existía en el papel”, sustenta el historiador. Por su parte Paz y Miño añade que las fiestas de Quito más que un festejo, deben ser una “conmemoración de la fundación española de Quito, sin olvidar el ancestro cultural que normalmente se sabe descuidar cuando se trata de celebrar las fiestas que se llevan a cabo hasta la actualidad”.
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La trayectoria del Himno Nacional del Ecuador puede resumirse en lo siguiente: Antes del himno que hoy cantamos, compuesto por el ambateño Juan León Mera, se escribieron otras dos canciones nacionales que no llegaron a popularizarse, la de José Joaquín de Olmedo autor del celebre Canto a Bolívar compuesta en 1830, y la del general Juan José Flores, primer presidente de la República, publicada en 1830.
Durante la presidencia de Jerónimo Carrión presentó al Congreso de 1865, el argentino Juan José Allende, una música suya, adaptada a la letra y canción de Olmedo. Al no satisfacer esta música, Juan León Mera, secretario del Senado, compuso en una noche su Himno, el cual leído al día siguiente en la Cámara, enardeció a todos. Fue enviada la letra de este himno a Guayaquil, al compositor Antonio Neumane, nativo de la isla de Córcega, pero que miraba al Ecuador como la segunda patria, quien compuso de igual manera la música en una noche.
Así obtuvo el Ecuador, a fines de 1865, su Himno Nacional, con el que se ha identificado la expresión de sus íntimos sentimientos patrióticos, su orgullo por su noble pasado.
No ha faltado, sin embargo, varios intentos por modificarlo; primero en 1888 y luego en 1922 y 1923. La propuesta de sustituir el Himno por otro de letra más pacífica, fue rechazada por unanimidad por el congreso de 1922, al igual que el de 1923, que ni tomó en cuenta, ni discutió, ni aprobó tal proyecto de modificación. Aunque se ha introducido la costumbre de anotar después del coro la segunda estrofa en vez de la primera.
El himno hoy
No hay ecuatoriano que no sienta satisfacción y patriotismo al escuchar y entonar las notas del Himno Nacional de Ecuador, desde los niños de prekinder ya se sienten identificados con la canción patria, con la mano en el pecho, con palabras entrecortadas hacen honor al glorioso Himno Nacional.
Cada lunes, cada evento de cualquier índole dedica como primer paso el canto del Himno Nacional, que es entonado por todo ecuatoriano, ya sea dentro o fuera de la patria.