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El subempleo, ese fenómeno que lo convierte a usted en un trabajador de tiempo parcial, en un empleado que está ahí porque le toca y no porque le gusta, o que tiene que cumplir jornadas adicionales para aumentar los ingresos del salario base, se está convirtiendo en el peor drama social de Colombia.
Según el Dane, este fenómeno llegó al 35,2 por ciento, es decir a unos 7 millones de colombianos, de los 18 millones 80 mil personas que tienen algún tipo de ocupación en el país.
Es un grave problema –coinciden los analistas- porque demuestra un deterioro de la condición social del trabajo, y porque se está conspirando con los principios de la OIT del “empleo digno.
En agosto del año pasado, el subempleo era del 32,3 por ciento, lo que indica que en solo doce meses dio un gran salto de tres puntos porcentuales. Eso no solo tiene un impacto económico en la persona sino que le genera una gran insatisfacción y le baja la moral, dice Julio Roberto Gómez, presidente de la CUT.
Para las centrales obreras, la tasa de desempleo en el país, que según el Dane bajó al 10,6 por ciento a agosto, hay que mirarla con reserva pues casi la mitad de los empleados están en condición de subempleo y muchos más en situación de la informalidad absoluta.
La tasa de desempleo a agosto de 2006 era del 12,9 por ciento, que si bien era alta estaba acompañada por un menor subempleo. La mayor parte de la vinculación laboral se hace por contratos a término fijo y prestación de servicios, en donde el trabajador tiene que asumir todos los pagos por conceptos de aporte a la seguridad social.
De acuerdo con las cifras del Dane, el número de colombianos que no tienen trabajo es de 2 millones 152 mil, es decir 411 mil menos que hace doce meses.
Entre el 2006 y el 2007, el número de ciudadanos ocupados aumentó en 610 mil, según las cifras oficiales.
En el promedio para los últimos doce meses, Ibagué, con el 16,9 por ciento, aparece con la tasa más alta de desempleo. Las más bajas corresponden a Villavicencio y Bogotá.
El subempleo, ese fenómeno que lo convierte a usted en un trabajador de tiempo parcial, en un empleado que está ahí porque le toca y no porque le gusta, o que tiene que cumplir jornadas adicionales para aumentar los ingresos del salario base, se está convirtiendo en el peor drama social de Colombia.
Según el Dane, este fenómeno llegó al 35,2 por ciento, es decir a unos 7 millones de colombianos, de los 18 millones 80 mil personas que tienen algún tipo de ocupación en el país.
Es un grave problema –coinciden los analistas- porque demuestra un deterioro de la condición social del trabajo, y porque se está conspirando con los principios de la OIT del “empleo digno.
En agosto del año pasado, el subempleo era del 32,3 por ciento, lo que indica que en solo doce meses dio un gran salto de tres puntos porcentuales. Eso no solo tiene un impacto económico en la persona sino que le genera una gran insatisfacción y le baja la moral, dice Julio Roberto Gómez, presidente de la CUT.
Para las centrales obreras, la tasa de desempleo en el país, que según el Dane bajó al 10,6 por ciento a agosto, hay que mirarla con reserva pues casi la mitad de los empleados están en condición de subempleo y muchos más en situación de la informalidad absoluta.
La tasa de desempleo a agosto de 2006 era del 12,9 por ciento, que si bien era alta estaba acompañada por un menor subempleo. La mayor parte de la vinculación laboral se hace por contratos a término fijo y prestación de servicios, en donde el trabajador tiene que asumir todos los pagos por conceptos de aporte a la seguridad social.
De acuerdo con las cifras del Dane, el número de colombianos que no tienen trabajo es de 2 millones 152 mil, es decir 411 mil menos que hace doce meses.
Entre el 2006 y el 2007, el número de ciudadanos ocupados aumentó en 610 mil, según las cifras oficiales.
En el promedio para los últimos doce meses, Ibagué, con el 16,9 por ciento, aparece con la tasa más alta de desempleo. Las más bajas corresponden a Villavicencio y Bogotá.