Respuestas
Dicen que una imagen vale más que mil palabras. Y es totalmente cierto, las imágenes proporcionan a tu texto:
Un foco que centra la atención, especialmente cuando estás compartiendo en las redes sociales, donde la mayoría de usuarios se dedica a recorrer distraídamente cientos de actualizaciones y comentarios. Una buena imagen captura la atención y ayuda a que te detengas, algo que probablemente ninguna frase, por impactante que sea, consigue.
Un apoyo para ilustrar tus conceptos. Las imágenes son fundamentales para apoyar el desarrollo de ideas “espesas” o aburridas. Y siempre será mejor ver un gráfico que leer un conjunto de datos estadísticos. Las tablas comparativas o las fotos que ilustran los diferentes pasos en cualquier proceso de montaje son otro buen ejemplo de cuándo una imagen se convierte casi en obligatoria.
Un acercamiento hacia el lector que usa el móvil. Más de la mitad del acceso a Internet se realiza desde el móvil, y para estas audiencias, los elementos visuales como infografías son más atractivas que el texto escrito, porque, a pesar de que muchas webs ya están optimizadas para su visualización desde el móvil, el texto sigue siendo difícil de leer en una pantalla tan pequeña.
Un gancho que fomenta la difusión y el compartir en redes sociales. Un buen gráfico o una buena infografía se comparten hasta tres veces más que un artículo con el mismo título. Las imágenes se ven de un vistazo y se comparten en el siguiente segundo, mientras que el texto requiere lectura previa antes de compartirlo.
Un atractivo extra para los buscadores. Es posible optimizar sin demasiado esfuerzo los elementos visuales que incluimos en los artículos, para que ayuden al SEO. Es tan fácil como elegir adecuadamente el título que ponemos a la imagen y el formato que usamos, amén de incluir el texto adecuado en los elementos descriptivos que la acompañan.
PARA LLAMAR LA ATENCIÓN DEL LECTOR