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De acuerdo con los investigadores de The Lancet, haber ganado cerca de 30 años en la esperanza de vida en Europa Occidental, EEUU, Canadá, Australia y Nueva Zelanda —y, sobre todo, en Japón, España e Italia— “ llama la atención por el hecho de ser una de las mayores hazañas del siglo XX ”. ¿ Ya que las personas, en la próxima década, tendrán que seguir activas hasta los 70 o 80 años, qué tipo de ambiente podrán esperar ? “ La buena noticia es que el mundo laboral está cambiando por sí mismo ” de forma que será más receptivo a los empleados más longevos o ancianos, dice Peter Cappelli, director del Centro de Recursos Humanos de Wharton [ Center for Human Resources ]. Todo eso simplifica la entrada y salida de las personas del lugar de trabajo, por lo menos en principio [ … ] Resta saber en qué medida los responsables de compañías serán receptivos con los trabajadores más viejos y adoptarán horarios de trabajo más flexibles, supervisarán menos y delegarán más ”. Vaupel coincide con este punto de vista, añadiendo que, a medida que las personas trabajan más años en su vida, pero menos horas por semana, el lugar de trabajo tendrá que volverse más agradable y más receptivo para los trabajadores más mayores. Los autores del artículo de The Lancet —titulado “ El envejecimiento de la población : Los desafíos a los que hay que enfrentarse ”, bajo la dirección de Kaare Christensen, profesora del Centro Danés de Investigaciones sobre el Envejecimiento de la Universidad del Sur de Dinamarca— sugieren otro posible cambio en el ambiente de trabajo y en el estilo de las personas. El siglo XX, dice el artículo, fue “ el siglo de la redistribución de la renta. El siglo XXI podrá ser el siglo de la redistribución del trabajo ”, en que el empleo se repartirá “ de forma más ecuánime entre las diversas capas de la población y a lo largo de las edades de la vida. Gabrielle Doblhammer - Reiter, directora ejecutiva del Centro de Estudios de Cambios Demográficos de Rostock, en Alemania, y coautora del artículo junto con Christensen, Vaupel y Ronald Rau, encara esa posible redistribución del trabajo como un resultado positivo.
FUENTE:Wharton
Con el crecimiento de la población, lo principal sería la falta de recusos, el aumento de transmisión de enfermedades, pobreza a falta de oportunidades laborales, que traería en consecuencia la delincuencia entonces la seguridad y privacidad serían cuestionables, falta de oxígeno quizas como ea el caso de ciertos sectores orientales.