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En 2001, la Asamblea General de ONU declaró el Día Internacional para la Prevención de la Explotación del Medio Ambiente en la Guerra y los Conflictos Armados el 6 de noviembre de cada año. Una fecha para reconocer y concienciar acerca de cómo los conflictos armados, las guerras y la militarización, han sido y continúan siendo algunos de los factores de destrucción ambiental más significativos.
“Aunque la humanidad siempre ha contado sus víctimas de guerra en términos de soldados y civiles muertos y heridos, ciudades y medios de vida destruidos, con frecuencia el medio ambiente ha sido la víctima olvidada. Los pozos de agua han sido contaminados, los cultivos quemados, los bosques talados, los suelos envenenados y los animales sacrificados para obtener una ventaja militar”. Así lo advierte el Departamento de Información Pública de Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Asimismo, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) señala que “en los últimos 60 años al menos el 40% de los conflictos internos han tenido alguna relación con la explotación de los recursos naturales, tanto por ser considerados de «mucho valor», como madera, diamantes, oro, minerales o petróleo, como por ser escasos, por ejemplo, la tierra fértil y el agua”. Con el objetivo de plantear soluciones a este escenario, el Segundo informe sobre la protección del medio ambiente en relación con los conflictos armados contiene un breve resumen de los debates celebrados en 2014 durante la Comisión de Derecho Internacional y la Sexta Comisión de la Asamblea General de Naciones Unidas, para la revisión del estado de la cuestión y la propuesta de medidas para proteger el medio ambiente.
Factores de destrucción ambiental
La Primera Guerra Mundial supuso un punto de inflexión en el uso de armamento y en su impacto en el medio ambiente. Durante la Segunda Guerra Mundial, la preocupación por las consecuencias de las guerras en el medio ambiente despuntó cuando el ejército americano lanzó las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, provocando un desastre de proporciones desmesuradas y el principio de la crisis nuclear.