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Sistema nervioso
Sistema Nervioso: El control por sobre todo
La neurona y la transmisión nerviosa
Sistema nervioso central
El sistema Neuro-vegetativo
¿Quieres engañar a tu cerebro?
El sistema nervioso está conformado por miles de millones de neuronas, capaces de detectar y procesar información proveniente del interior y exterior del cuerpo. Este se divide en dos partes: sistema nervioso central (SNC) y sistema nervioso periférico (SNP).
Sistema nervioso central
Está formado por el encéfalo y la médula espinal.
En él residen todas las funciones llamadas superiores (cognitivas y emocionales) del ser humano, como son: la sensibilidad, el pensamiento, el razonamiento, las emociones, la memoria, entre otras.
Encéfalo
Es una masa nerviosa que se conoce como el centro de control del cuerpo. Dentro de él existen más de 100 mil millones de neuronas, que organizan y examinan la información entrante y guían el cuerpo en una infinita variedad de acciones. Este consta de tres partes: cerebro, cerebelo y tallo cerebral o tronco encefálico. En el cerebro existen otras zonas más pequeñas, como: el tálamo e hipotálamo, mientras que en el tronco encefálico se distinguen el mesencéfalo, el puente de Varolio y el bulbo raquídeo. La médula espinal actúa como el sistema de conexión entre el cerebro y el resto del organismo.
Cerebro: se encuentra ubicado dentro del cráneo y constituye la masa principal del encéfalo. Está formado por una superficie que se pliega formando las llamadas circunvoluciones; estas están separadas por surcos, de los cuales los más profundos y constantes se denominan cisuras. Una de estas cisuras atraviesa el centro del cerebro, dividiéndolo en los hemisferios cerebrales izquierdo y derecho. Otros surcos y cisuras delimitan las cinco áreas funcionales o lóbulos (parietal, occipital, frontal, temporal e insular), en cada lado del cerebro. En el centro del cerebro se encuentra el diencéfalo, que está constituido por el tálamo (masa ovoidea), que procesa y transmite información sensorial a la corteza cerebral. Está rodeada por un grupo de estructuras, conocidas como sistema límbico (ver recuadro), que interviene en el comportamiento de supervivencia y en las emociones. Por debajo del tálamo, se encuentra el hipotálamo, que regula los procesos fisiológicos, como las necesidades de alimento, bebida y sexo, controlando también el sistema endocrino, constituido por una serie de glándulas que segregan hormonas y que están distribuidas por distintas partes del organismo.
Cerebelo: es otra parte del encéfalo que se encuentra detrás del cerebro, por debajo de los hemisferios cerebrales y pesa cerca de 120 gramos. Tiene forma ovoide, ligeramente aplanado y con una hendidura central. Coordina los movimientos de los músculos al caminar, ayuda a mantener el equilibrio, entre otras actividades motoras. Consta de tres partes: en la línea media se encuentra una elevación larga llamada vermis o cuerpo vermiforme, y a cada lado de esta existen dos elevaciones voluminosas llamadas hemisferios cerebelosos. Estos están recubiertos por una fina capa de sustancia gris y en su interior hay una sustancia blanca que lo comunica con otras partes del sistema nervioso, en una forma que recuerda las ramas de un árbol, por ello recibe el nombre de árbol de la vida. El cerebelo se comunica con el cerebro a través de unos cordones de fibras llamadas pedúnculos cerebelosos superiores. Además, a través de los pedúnculos medios el cerebelo se conecta con la protuberancia anular (o puente de Varolio), y por los pedúnculos inferiores, con el bulbo raquídeo.
Tallo cerebral: está localizado por debajo del tálamo y conecta a este con la médula espinal. En la parte más alta del tallo cerebral se encuentra el mesencéfalo, que hace de conexión con el cerebro y contiene la formación reticular (estructura responsable de los estados de insomnio y sueño). También por el tallo cerebral pasan los tractos o haces que provienen de las porciones más altas del SNC y que conectan el cerebro con la médula espinal. Además, se encuentran el puente de Varolio (el ensanchamiento central) y el bulbo raquídeo o médula oblonga. Este último es la continuación de la médula espinal, que se hace más gruesa al entrar al cráneo y contiene los centros que regulan la respiración, la temperatura y la frecuencia cardíaca. Aunque dentro del conjunto de los centros nerviosos, es relativamente pequeño, sus funciones son un elemento indispensable para la vida y alguna lesión en el bulbo raquídeo causa la muerte inmediata por paro cardiorrespiratario.