Respuestas
Todos los partidos situados en lo que lo en términos clásicos llamaríamos “la izquierda” están de una forma u otra promoviendo “elecciones primarias” abiertas a la ciudadanía. La ciudadanía hemos de agradecer este hecho a la fuerza con la que ha irrumpido PODEMOS en la escena política.
Esta claro que las formas de organización necesariamente han de cambiar, pero no con criterios estéticos de cara hacia afuera, sino más bien en la dinámica interna, en la dinámica propia de sus estructuras. De nada sirve hacer un proceso de primarias abiertas a la ciudadanía, si en el proceso se pretenden pactar listas para que sólo haya una, es hacerse trampas a uno mismo, y así lo único que aportamos al conjunto es pervertir los conceptos.
Cuando se habla de actualizar las formas de organización, se hace referencia a un cuestionamiento de los principios organizativos por los cuales las organizaciones funcionan como funcionan. Desde el principio de “Revocación” de los cargos, hasta la elección directa por parte de las personas implicadas de quienes encabezan su proyecto (en lugar de concatenar delegaciones representativas hasta decidir la dirección entre un grupo reducido de personas), pasando por la plasmación estatutaria de la concepción de Poder Obediencial. Desde estos conceptos plantear unas primarias abiertas a la ciudadanía de forma limitada, es un ejercicio de avance pero que se sitúa en la esfera de lo estético.
Pero cuando hablamos de actualizar los análisis, no sólo hablamos del ámbito organizativo, también es necesario actualizar las herramientas con las que interpretamos la realidad y desde las que realizamos las propuestas para subvertir el orden opresor que soportamos.
Ya no podemos continuar limitando nuestra acción política a los espacios que han sido diseñados por los poderes fácticos, en el marco de una democracia liberal (estrictamente representativa) hemos de reinventar las formas de ejercer el derecho ciudadano a la participación política. Y este cambio ha de ser promovido tanto desde los partidos políticos como desde los movimientos sociales.
Desde los movimientos sociales se lleva bastante tiempo reclamando una concepción de la democracia que posibilite la partición colectiva e individual en la gestión de lo público, pero en los partidos políticos, incluso los que defienden los intereses de la ciudadanía, todavía hay resistencias en promover cambios de estas características. Y es que al final, en ultimo extremo, estamos hablando de un cambio en la naturaleza y objetivos de éstos.
Desde la consolidación de la institución del Partido Político como única vía, junto a los sindicatos de clase, para el acceso de la clase trabajadora a la intervención en la política, no ha habido modificaciones sustanciales en estas estructuras. Y cabe decir que para el momento histórico en el que fue creado, el Partido Político, respondía bien a la necesidad de organización de los trabajadores y trabajadoras, pues se han conseguido bastantes avances a través de esta vía. Ahora bien, cuando la sociedad se encuentra en un cambio de paradigma político, y la ciudadanía organizada y no organizada reclama más participación, ¿no cabría preguntarse cómo han de organizarse las herramientas que tienen que servir para que la ciudadanía acceda a la gestión de lo público?
Esta es una reflexión que esta dándose en algunas de estas herramientas por el hecho de haber nacido como contraposición a las existentes, precisamente poniendo el acento en esta cuestión de la participación, pero eso no exime de responsabilidad a las fuerzas que cuentan con una larga tradición de lucha de acometer los cambios necesarios en esta dirección.
En este punto tengo más preguntas que certezas, pero…
¿no seria interesante que los partidos que se identifican con la izquierda se dedicaran a pensar cuales son las instituciones que han de desaparecer y cuales se han de crear para incorporar la participación de la ciudadanía en lo público, así como la legislación que ha de promover esos cambios?
¿seria interesante que los partidos políticos buscaran la complementariedad con los movimientos sociales que vienen demostrando durante décadas su competencia en su ámbito sectorial de actuación?
¿podríamos visualizar una especie de cuerpo común descentralizado (de la misma forma que actúan los poderes fácticos) en el que el protagonismo se desplace desde la centralidad del Partido a la complementariedad de éste con los movimientos sociales?
Porque al final, me creo yo que se trata de crear estructuras y organización ciudadana para acercar el poder político a la ciudadanía, a los trabajadores y trabajadoras, que fue para lo que se creó el partido y el sindicato.