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El Barroco y el Renacimiento en El Quijote
Cervantes utiliza muchas características del Renacimiento en esta novela. Esto es debido a que se encontraba en una época de tránsito entre el Renacimiento y el Barroco. Lo realmente chocante de la obra, es que entremezcla las principales características de ambas corrientes, de forma sutil y perfecta. Así, del Barroco, extrae lo más triste, lo decadente y lo oscuro. Mientras que del Renacimiento toma los tópicos que a continuación mostraremos.
Amor: Habla de que en la época pasada se decoraban los conceptos amorosos del alma simple sin buscar hablar de ese amor renacentista, tan puro, despreocupado, platónico y sin apariencias. Éstos no necesitaban guardar sus apariencias porque cada uno era libre de expresar sus sentimientos.
-Naturaleza: mientras que Don Quijote está recordando los tiempos pasados, habla acerca de una naturaleza perfecta, sensorial, totalmente renacentistas.
- Denuncia: contra el egoísmo tan atroz existente en la época. En contraposición de la humildad y hermandad que había en el renacimiento. Habla de una sociedad cada vez más clasista y materialista, en el que la gente se preocupa principalmente de ella misma, y de sus cosas. Esto en el Renacimiento no era así, ya que había una concepción del mundo más unitaria.
Si hacemos una pequeña comparación, con textos del Barroco, podemos observar que es mucho más suave que otros autores de su época, ya que no cae completamente, en el recargo y en el pesimismo sino que permite que su obra vaya más allá y aloje los contrastes, los juegos de espejo y la parodia.
El humor cervantino, más allá de la simple burla o ironía, conjuga una intención autorial que cede espacio no sólo a la innovación estilística sino también a una necesidad de credibilidad filosófica artística, en la que están presentes conceptos característicamente barrocos en lo que se refiere al juego de contrastes a los cuales el autor español somete a sus personajes.