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Ataque y defensa en vóleibol
El juego del vóleibol requiere de movimientos constantes e imprevisibles, a los jugadores se les pide dominar su posición, sea ofensiva o defensiva.
/ ABC Color
Durante un partido de vóleibol, la clave en cualquier equipo es aplicar el método ideal para recibir la pelota y convertir la jugada en un ataque ofensivo. Por otro lado, si un ataque inesperado es adecuadamente rechazado, demuestra un buen entendimiento y dominio de las bases defensivas.
La técnica de la defensa
Toque de antebrazos. Se utiliza para recibir la pelota después del saque o de un remate. Acostumbra a ser el primer toque del equipo que recibe el servicio y consiste en tocar la pelota con los antebrazos para elevarla y pasarla al colocador.
Bloqueo. Los jugadores que están cerca de la red lo utilizan para evitar que el remate pase a su campo. El bloqueador realiza un salto y con las manos bien firmes y dedos separados desvía la pelota o la devuelve al campo contrario.
La técnica del ataque
Saque o servicio. Sirve para iniciar el juego y se ha de intentar enviar la pelota al campo contrario con una buena colocación, potencia y efecto. El reglamento obliga a hacer el saque con una mano, correctamente con la palma, para dar el golpe con más precisión. Hay tres tipos de saques.
. Saque bajo. El jugador se coloca en la zona de saque con el balón en las manos a la altura de la cintura, puede soltar y golpear el balón, también puede lanzar el balón hacia arriba y golpearlo.
. Saque lateral (más seguros y precisos). El jugador se coloca en la zona de saque con los pies paralelos y separados a la anchura de los hombros, el balón se sostiene frente al cuerpo con la mano adelantada, luego se lanza y se golpea el balón.
. Saque de tenis (más difícil de devolver). Se lanza el balón y se golpea a la máxima altura del brazo.
Toque de dedos. Normalmente se utiliza, después del toque de antebrazos, para colocar la pelota donde más convenga, para que el compañero pueda ejecutar el remate.
Remate. Acostumbra a ser el tercer toque del equipo e intenta pasar la pelota al campo contrario de manera que los adversarios no la puedan devolver. Las tres fases de esta técnica son: el desplazamiento, el salto y el golpeo.