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A principios del siglo XIX, la belicosa independencia mexicana de las garras del dominio español, imperio en el que formaba la provincia de Nueva España, desencadenó uno de los conflictos armados más largos de la historia hispana. Uno que los mexicanos celebran cada 16 de septiembre. ¿Cuánto duró la guerra de la independencia de México?
Pese a que hubiera antecedentes sofocados, el comienzo real de la guerra data exactamente del 16 de septiembre de 1810, cuando el insurgente párroco Miguel Hidalgo y Costilla se levantó contra las autoridades virreinales de la Nueva España desde el pueblo de Dolores (Guanajuato), en una acción conjunta que hoy conocemos como El grito de Dolores. Desde allí, el cura hizo tañir las campanas de su parroquia, junto a insurgentes como Ignacio Allende y Juan Aldama (participantes también de la Conspiración de Querétaro), con las que convocaron al pueblo dispuesto a luchar contra las injusticias de España, que no se ocupaba apropiadamente de México.
La guerra contra la España colonial se extendió once años, cuando, el 27 de septiembre de 1821 el Ejército Trigarante tomó la ciudad de México. El país independiente se convirtió así en el Imperio de México.
El movimiento de una década se divide habitualmente en cuatro etapas. La primera etapa, la del inicio de la Guerra, asume la Campaña de Hidalgo, que llevó a la muchedumbre a batallar la guerra de manera pasional pero descolocada. Unos 100 mil insurgentes que incluían criollos, indios, mestizos o pertenecientes a las llamadas castas luchaban a su lado. La primera etapa terminaría en 1811 con la derrota de la batalla del Puente de Calderón, que llevó a las tropas realistas (a favor de España) a tomar Guadalajara.
La segunda etapa, ‘etapa de la organización’, comienza en 1811 y termina en 1815. Asume todos los sucesos acaecidos desde que Ignacio López Rayón comenzara a liderar las fuerzas insurgentes hasta el fusilamiento de José María Morelos y Pavón -lugarteniente con gran talento militar- en Ecatepec el 22 de diciembre de 1815. Durante este tiempo, además, muchos de los líderes insurgentes fueron apresados y ejecutados. En este tiempo se proclamó, por su parte, la Constitución de Cádiz en España. Lo que comenzó como una reivindicación a la soberanía de Fernando VII, acabó dando posturas más radicales que cuestionaban todo el orden social.
La tercera etapa (1815-1820) se la conoce como la etapa de resistencia, y está estructurada en una serie de guerras de guerrillas, organizadas ante el vacío de poder dejado por la muerte de Morelos. Ésta es la época en la que se rinden los insurgentes, y en la que, aparentemente, los realistas ganan la guerra. Sólo unas pocas, como la capitaneada por Vicente Guerrero, seguían luchando. Habían muerto más de un millón de personas.
Los cambios entre 1820-21, la ‘consumación’, llegaron de la mano de la rehabilitación de la Constitución de Cádiz. El nuevo panorama político -en una España que se desquebrajaba- no gustó a muchos de los que habían luchado como realistas hasta el momento. Por lo que comenzaron a aliarse con los insurgentes. El Plan de Iguala fue el comienzo de un entendimiento entre todas las fuerzas de Nueva España. El Ejército de las Tres Garantías (religión, unión e independencia), capitaneado por Agustín de Iturbide, hizo cambiar las tornas.
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11 años
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