Inventa una fábula con alguno de los siguientes títulos
A el zapato q quería ser paraguas el caracol Es que quería hacer liebre el gusano que quería ser pájaro la pulga que quería ser caballo
Respuestas
El gusano que quería ser pájaro
Erase una vez, un gusano pequeñito que vivía en la tranquilidad de las plantas de un bello jardín, diariamente, a el gusano le gustaba apreciar los colores que tenían todas las flores, el como los pájaros volaban a grandes alturas y lo bonito que era el cielo así como los colores del arco iris.
-¡Algún día tocaré el cielo!- Pensó la pequeña criatura.
A el pequeño gusano le preocupaba un poco su apariencia, este era un pequeño gusanito con tonos grises y verdes muy pálidos, así que un día decidió pedirle a sus amigas las flores un poco de color.
La rosa, la hortensia, el girasol y los lirios le comentaron al pequeño gusano que no era necesario tener colores para verse más lindo, que era muy único con esa manera tan amable de ser, puesto que su personalidad lo hacia ser bastante colorido ya.
El pequeño gusano también tenía el sueño de volar y poder tocar las suaves nubes y el cielo.
Así que decidió ir con su amiga la golondrina y le pidió una pluma para volar. Sorprendida esta le dijo que podía llevarlo a pasear por las alturas cuando quisiera y que no era necesario tener plumas para poder volar.
El gusano, agradeció su atención y de camino a casa paso por el lugar del roble, un gran árbol que vivía en el jardín desde hace mucho tiempo.
El roble, bastante sabio y con conocimientos del pequeño "problema" del gusano le comentó:
-Algún día sabrás lo valioso que es ser tú.- Con gran tranquilidad.
El gusano un poco confundido agradeció a todos por apreciarlo y regresó a la comodidad de las plantas a comer un poco y dormir en su pequeña bolita de algodón, soñando que algún día podría volar.
Pasaron los días y el pequeño gusano durmió profundamente en su crisálida, poco a poco este iba cambiando, hasta que un día soleado y con mucha alegría despertó de su profundo sueño... ¡Era una mariposa!
Se miro en una gota de rocío y con mucho entusiasmo fue a visitar a las flores del jardín y la golondrina, como también al gran roble.
-¡Mirad, Mirad! ¡Tengo alas y puedo volar!-
-Y no solo eso... Mira tus alas.- Le contesto el roble.
Y es que eran de cristal, una mariposa con alas de cristal, claras como el agua y delicadas como un pétalo, además de muy coloridas al posarse en cualquier flor, puesto que reflejaban los colores de manera brillante y con alegría.
El pequeño gusano que ahora era una mariposa voló y voló por el brillante cielo y finalmente lo había entendido, por más colores que tuviese, lo colorido al final es el valor que te des a ti mismo, para volar no es necesario tener plumas o alas, solo el deseo de seguir adelante sin importar como eres o lo que pueda pasar. ♥
"Ser perseverante y con entusiasmo te llevará muy lejos".