Respuestas
Martin Heidegger, una de las máximas figuras de la filosofía moderna, ha muerto ayer, en la misma aldea de la Selva Negra en la que nació hace ochenta y seis años. Su obra filosófica, vinculada a Kant, a Kierkegaard, a Husserl y a los grandes filósfos griegos de la antigüedad, ha condicionado de uno u otro modo el pensamiento metafísico del siglo XX. Su estudio mas divulgado apareció en 1927, bajo el título «Sein und Zeit». («El ser y el tiempo» en traducción española de José Gaos). Desde entonces, la producción científica y ensayística del filósofo germano ha sido muy extensa, para cerrarse con las lecciones sobre Heráclito, en Friburgo, y sobre Kant, en Provenza. Desde 1969, Heidegger vivía en su localidad natal, Messkirch, con su mujer; ella y algunos discípulos acompañaron al venerado profesor hasta su muerte. La vida pública del filósofo resultó gravemente alterada con la irrupción del nazismo. Heidegger tuvo alguna complacencia hacia el régimen de Hitler, cuyo orden externo elogió en los meses iniciales del III Reich. Desconcertado por la evolución posterior del sistema y por la guerra, saldría de la Universidad en 1945, separado de sus funciones. Al cabo de seis años, regresaría a su cátedra como profesor honorario.