1.enfrentó con éxito un intento de reconquista española en 1829
2.hizo efectiva La abolición de la esclavitud
3.durante su mandato su vicepresidente le dio un golpe de estado
4.obtuvo préstamos del extranjero Para apoyar la economía
5.fue fusilado en Oaxaca en 1831
6.tuvo que combatir a sus opositores para poder gobernar
7.durante su mandato el país se mantuvo en calma
Respuestas
El triunfo de 1829 fue uno de los grandes logros de Santa Anna. Durante la primera mitad del siglo XIX, este hecho de armas fue una de las banderas que le ayudó a alcanzar la presidencia y mantener la lealtad de los pobladores de Veracruz.
Pero la derrota de los españoles fue algo más que el triunfo de un solo hombre. En aquel momento se probó que la novel nación mexicana estaba dispuesta a defender su libertad a cualquier precio. Por un breve lapso, la mayor parte de los estados que conformaban la República Mexicana estaba dispuesta a participar en el esfuerzo de guerra. Al final, durante un buen tiempo, las del 11 de septiembre figuraron entre las fiestas cívicas más importantes del año.
Es de reflexionar que un día de unidad y patriotismo haya pasado al olvido, no solo por los errores de Santa Anna en su último periodo como presidente en la década de 1850, sino por la propia historiografía que lo volvió el arquetipo del traidor y, con ello, buscó ocultar sus victorias, minimizando su importancia histórica. Los habitantes de Pueblo Viejo, Tampico y Altamira no deberían de olvidar que en su tierra se libraron los últimos combates por defender la independencia ante las pretensiones de reconquista española. El resto de los connacionales deberíamos de recordar que en esa zona la libertad se defendió con fuego, metralla y sangre.
Respuesta:
El triunfo de 1829 fue uno de los grandes logros de Santa Anna. Durante la primera mitad del siglo XIX, este hecho de armas fue una de las banderas que le ayudó a alcanzar la presidencia y mantener la lealtad de los pobladores de Veracruz.
Pero la derrota de los españoles fue algo más que el triunfo de un solo hombre. En aquel momento se probó que la novel nación mexicana estaba dispuesta a defender su libertad a cualquier precio. Por un breve lapso, la mayor parte de los estados que conformaban la República Mexicana estaba dispuesta a participar en el esfuerzo de guerra. Al final, durante un buen tiempo, las del 11 de septiembre figuraron entre las fiestas cívicas más importantes del año.
Es de reflexionar que un día de unidad y patriotismo haya pasado al olvido, no solo por los errores de Santa Anna en su último periodo como presidente en la década de 1850, sino por la propia historiografía que lo volvió el arquetipo del traidor y, con ello, buscó ocultar sus victorias, minimizando su importancia histórica. Los habitantes de Pueblo Viejo, Tampico y Altamira no deberían de olvidar que en su tierra se libraron los últimos combates por defender la independencia ante las pretensiones de reconquista española. El resto de los connacionales deberíamos de recordar que en esa zona la libertad se defendió con fuego, metralla y sangre.
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