Respuestas
Respuesta:
Un estudio realizado por la Chicago Booth School of Business señalaba, hace ya cinco años, que Facebook, Twitter y otras redes sociales tienen una capacidad de adicción mayor que la del tabaco o el alcohol porque, entre otras cosas, acceder a ellas es sencillo y gratuito. Además, si el mismísimo padre del iPad, iPod, iPhone, Steve Jobs, no dejaba que sus hijos intimaran demasiado con la tecnología —les limitaba el tiempo de uso— es que, probablemente, algo intuía acerca de cómo afectan las redes sociales a los más jóvenes.
Lo cierto es que, a juicio de muchos expertos, el uso de las redes sociales —aplicaciones de mensajería instantánea incluidas— puede generar serias adicciones con sus consiguientes consecuencias: ansiedad, depresión, irritabilidad, aislamiento, alejamiento de la vida real y de las relaciones familiares, pérdida de control, etc. Pero, ¿qué entendemos realmente por adicción?
Una adicción es una dependencia de sustancias o actividades nocivas para la salud o el equilibrio psíquico. Entre esas actividades están, por ejemplo, el uso de videojuegos —catalogado ya como enfermedad por la Organización Mundial de la Salud (OMS)—, el trabajo compulsivo, el juego on y offline y para muchos, también, la utilización excesiva de redes sociales que, por cierto, cuentan ya con más de 3.000 millones de usuarios activos en el mundo. A pesar de las abultadas cifras, los expertos consideran que solo un pequeño porcentaje muestra una verdadera dependencia a las redes sociales.