Respuestas
Riego en tomate. La aplicación del riego en el cultivo
de tomate debe ser cuidadosa, ya que tanto la sequía
como el exceso de agua repercuten en la calidad y
producción del fruto. Se ha encontrado una correlación
estrecha entre sequías intensas y rajaduras en el fruto. El
exceso de agua se asocia con la presencia de
enfermedades radicales de la planta y, por consecuencia,
con bajos rendimientos.
Según este autor, el tomate presenta tres períodos críticos
de necesidad hídrica: emergencia de plántulas, floración,
y cuando los frutos han alcanzado una quinta parte de su
crecimiento, aunque otro criterio indica que los tres
períodos importantes con relación al riego abarcan:
desde el trasplante al inicio de formación del fruto, desde
la formación del fruto hasta el primer corte, y el periodo
de cosecha que requiere el mayor número de riegos. El
exceso de agua, especialmente en los suelos fértiles,
causa también un crecimiento considerable de las ramas
y baja productividad; por el contrario, si el suelo se seca
excesivamente, puede ser la causa de que los frutos se
revienten