Respuestas
El oro. Este metal precioso es el material más maleable conocido por el hombre. Es posible obtener láminas de oro de una diezmilésima de milímetro de espesor. Esto le da un uso privilegiado en la joyería y otras aplicaciones comerciales, ya que permite recubrir en oro metales más económicos.
La plata. Otro metal precioso, sumamente abundante en la naturaleza y de notoria maleabilidad, ductilidad, blandura, brillo y color blanco. De hecho, el nombre de la plata proviene del latín platus, que significa “plano” y que hacía alusión a las láminas planas del metal que es posible obtener con facilidad.
El platino. Este metal precioso, pesado y altamente resistente a la corrosión es muy demandado para aprovechar su maleabilidad y fabricar joyas, componentes electrónicos, catalizadores vehiculares y del petróleo, así como aparatos de neurocirugía y otras importantes aplicaciones médicas.
El aluminio. Quizá uno de los ejemplos más cotidianos de la maleabilidad sea el aluminio, un material muy abundante en la corteza terrestre (alrededor del 8% de la misma), no ferromagnético, buen conductor del calor y la electricidad pero sobre todo maleable en extremo. Así se fabrica el papel de aluminio presente en todas nuestras cocinas.
El hierro. Este metal pesado y ferromagnético tiene la propiedad de ser dúctil y maleable a la vez, pero también fácilmente oxidable. Por eso se prefiere trabajarlo en aleaciones (con carbono, silicio y otros metales), obteniendo así el acero. Éste último conserva parte de las propiedades del hierro, si bien atenuadas por sus nuevos componentes. El carbono, en especial, confiere fragilidad a la aleación.